El que tenga dudas de que las eliminatorias premundialistas de la Conmebolson las más parejas, que aproveche para echar un vistazo a la tabla de posiciones.
Y si aún con eso no queda satisfecho, podría acudir a un testigo presencial como Argentina, que pese a contar con el considerado mejor futbolista del mundo, Lionel Messi, además de otros jugadores élite en el fútbol europeo como Paulo Dybala y Mauro Icardi, hoy sus posibilidades de alcanzar la justa que se jugará en Rusia en 2018 requieren disputar un partido de repechaje.
Inimaginable quizás. Lo cierto es que las opciones del conjunto dirigido por Jorge Sampaoli se trastocaron aún más ayer cuando no pudo vencer como local a la sorprendente Venezuela de Rafael Dudamel, que por primera vez en su historia de las clasificaciones al mundial conquista un punto en suelo argentino al igualar a un gol por bando.
También por primera vez en los registros premundiales de Suramérica Argentina no logra ganarle a Venezuela en ninguno de sus dos enfrentamientos.
Esperanzador resultado. Cómo no sentirlo así, con las sensaciones que dejó esta vinotinto repleta de talento emergente que sumó un par de puntos, para llegar a 8, frente a dos rivales de categoría como Colombia y los albiceleste.
Al hacer la convocatoria, Dudamel tenía claro el objetivo: dar roce a los jóvenes que vienen abriéndose camino en el exterior, varios de ellos subcampeones del mundo en la categoría sub 20.
Lo que tal vez no se esperaba el estratega yaracuyano era que los tres juveniles a los que optó por darles la titularidad fueran los grandes protagonistas en esta doble fecha, y mucho menos que su equipo saldría tan bien librado del difícil reto.
Las acciones. El estadio Monumental de Núñez en Buenos Aires fue el escenario en el que los doce guerreros lograron lo que ni siquiera pudo hacer la generación que estuvo cerca de alcanzar su participación en Brasil 2014. Aunque la proeza no fue tan fácil de conseguir.
Venezuela aguantó el embate de los sureños, que desde el propio primer minuto saltaron a la cancha con la intención de avasallar, pero entre la inefectividad de sus jugadores y las intervenciones de Wilker Fariñez, se evitó que el marcador tuviera movimientos.
La defensa vinotinto la pasó mal por un largo lapso, sobre todo el costado izquierdo de la zaga, en el que la estrella Ángel Di María aparecía constantemente llevando peligro al área venezolana. El desgaste del atacante del PSG tuvo consecuencias y sufrió una lesión que lo llevó a abandonar la cancha.
Desde ese momento el juego cambió de tónica. Al menos los incesantes ataques disminuyeron y el primer tiempo culminó con Fariñez negándole una oportunidad de gol al astro Lionel Messi.
Para la segunda parte las acciones se nivelaron. Los dueños de casa eran los que gozaban de la posesión del balón, pero se vieron faltos de ideas.
Eso fue aprovechado por la novel plantilla venezolana a los 51 minutos, luego de una recuperación en el medio campo de Yangel Herrera, que se combinó con Sergio Córdova y este a su vez con un exquisito pase entre líneas habilitó a John Murillo, para que con gran definición, picándole la pelota al portero gaucho, consiguiera el gol y silenciara el recinto bonaerense.
La alegría duró poco.
Los de Sampaoli reaccionaron rápido y apenas tres minutos después consiguieron el empate gracias a un autogol del defensor Rolf Feltscher.
Venezuela sintió el golpe anímico, aunque no se amilanó y se le plantó al combinado blanquiazul, que intentó por todas las vías hacerse de la urgida victoria. El esfuerzo fue en vano y terminaron aturdidos por vinotinto del bueno.
Lo conseguido es más que un buen presagio; sin nada que buscar para Rusia, las eliminatorias rumbo a Qatar 2022 lucen favorables.