El centrocampista Éver Banega y el mediapunta Manuel Lanzini rescataron este viernes a la selección argentina frente a Italia (2-0), en un soporífero partido amistoso en Manchester en el que la “Albiceleste” acusó en exceso la ausencia de Leo Messi, fuera del choque por unas molestias en los abductores.
El partido, midió a dos equipos en construcción, sin patrón de juego, perdidos en la creación y excesivamente dependientes de sus figuras. Esta noche, sin embargo, sólo aparecieron dos: Banega y Lanzini. Y ambos en la recta final.
Esperó hasta última hora Jorge Sampaoli a Messi, pero el rosarino, renqueante durante toda la semana, vio el encuentro finalmente desde la grada por unas molestias y es duda para el partido del martes contra España.
Sin el “10”, el seleccionador argentino apostó por el joven Giovani Lo Celso, al que dio otra oportunidad tras sus flojas actuaciones en la gira anterior. Además del volante del PSG, otras novedades fueron el mediocampista Leandro Paredes, que se estrenó como titular, Fabricio Bustos y Nicolás Tagliafico en los laterales, y el veterano Willy Caballero, que a sus 36 años y medio disputó su primer partido con la selección de mayores.
En Italia, todavía deprimida y perdida tras el fracaso mundialista -se quedó fuera de la Copa del Mundo por primera vez en 60 años-, el seleccionador interino, Luigi Di Biagio, aunó juventud y veteranía en el XI. El imberbe Federico Chiesa se estrenó en la delantera junto a Immobile y e Insigne, y Buffon, a sus 40 años, regresó a la portería de la «Nazionale».
La selección argentina viaja ahora a Madrid donde el martes se medirá con un rival de mayor entidad, la España de Julen Lopetegui, que este viernes igualó 1-1 en Düsseldorf con Alemania, vigente campeón del mundo.
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