El Real Madrid perdió su primer partido desde la vuelta al banquillo de Zinedine Zidane (2-1 frente al Valencia) en el único envite complicado de los tres que ha dirigido el técnico francés luego de la salida de Santiago Hernán Solari. Mestalla se presentaba como un escenario complejo para el conjunto blanco. El Valencia necesitaba ganar para acercarse a la cuarta posición y no defraudó a su parroquia, testigo de la primera caída de Zidane. Después de ganar sin convencer al Celta y al Huesca, el Real Madrid volvió a mostrar muchas de las carencias que le han llevado a perder la Liga hace tiempo.
Con un fútbol plano y gris, los hombres de Zidane dieron una mala imagen que aprovechó su adversario para quitar el disfraz a un equipo que necesitará renovarse a fondo el próximo curso.
Los tantos del portugués Gonçalo Guedes, en la primera parte, y del argentino Ezequiel Garay, en la segunda, fueron suficientes para el Valencia. Karim Benzema, al final, maquilló con un cabezazo un resultado que aleja al Real Madrid definitivamente de la Liga: el Barcelona está a 13 puntos.
En San Mamés, el Athletic consiguió algo inimaginable hace tan solo tres meses.
En la jornada 17, después de empatar 1-1 contra el Valladolid, tocó fondo después de ubicarse en la decimoctava posición. En aquellos días en los que cundía el pesimismo, Gaizka Garitano llevaba al frente del cuadro vasco tres encuentros luego de la destitución del argentino Eduardo Berizzo.
Pero sin duda el trabajo del entrenador del Athletic ha surtido efecto. Su último éxito, una sufrida victoria frente al Levante (3-2) acerca al cuadro vasco a un sueño europeo casi imposible hace tiempo. Los hombres de Garitano ocupan la octava posición, a solo 4 puntos de la Liga de Campeones y el próximo fin de semana visitarán al Getafe, dueño de esa deseada plaza.
El Athletic consiguió los tres puntos después de firmar una buena primera parte, en la que Yuri Berchiche, con un zurdazo inapelable en los primeros minutos, y Aitor Fernández, en propia meta, adelantaron al conjunto vasco ante un equipo que después daría mucha guerra. El tanto de penalti de Roger Martí en la reanudación dio aire al equipo de Paco López, que al final del choque se quejó de las decisiones del árbitro José Luis Munuera Montero. El colegiado andaluz anuló a Coke Andújar un gol dudoso. Después, tras el empate de Erick Cabaco, señaló un penalti muy protestado que sirvió a Iker Muniain para dar la victoria al Athletic y meter en problemas al Levante, ahora en la fiesta del descenso.
De ahí sigue sin salir el Rayo Vallecano, que con Paco Jémez en el banquillo no consigue transformar en buenos resultados un cambio de imagen favorable que de momento solo ha encontrado un rédito de un punto de seis posibles.
El técnico del Rayo Vallecano apostó por los mismos 11 hombres que empataron en su debut ante el Betis para intentar doblegar en Ipurúa al Eibar, que necesitaba una victoria para no comenzar a pensar en los puestos de descenso. En medio de una nevada intensa, el cuadro vallecano firmó una buena primera parte en la que acabó por delante en el marcador gracias a un buen tanto de José Pozo. Sin embargo, la aparición de Pedro León después del descanso fue decisiva.
El jugador murciano, después del tanto del brasileño Charles Dias, dio la victoria a su equipo luego de marcar tras un control exquisito. No celebraba un gol desde el 9 de abril de 2017 y lo hizo a tiempo para certificar prácticamente la permanencia del Eibar.
El Rayo, a 6 puntos de la salvación, sigue en la UVI. Mientras, en el estadio de El Alcoraz, el Huesca se resistió a tirar la toalla y logró un empate agónico frente al Celta, que desperdició un 0-2 para firmar un 3-3 con el que se mantiene en los puestos de Segunda División. El buen momento de Iago Aspas, autor de un gol y de dos asistencias, no sirvió al Celta para llevarse los tres puntos.
Con su tanto y con el de Brais Méndez en la primera parte, el cuadro gallego se marchó al descanso con una ventaja que parecía insalvable para el Huesca. Sin embargo, el milagro estuvo a punto de llegar en El Alcoraz. Enric Gallego, Ezequiel Ávila y Jorge Pulido dieron la vuelta al marcador, pero el francés Ryad Boudebouz, a nueve minutos para el final, salvó los muebles a un equipo que sumó un punto inservible para abandonar el descenso.
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