Argentina y Francia jugarán el domingo por su tercera estrella mundial después de que la vigente campeona sellara su pase el miércoles al batir a la rocosa Marruecos (2-0). El estadio Lusail será el escenario del choque entre el rey y su heredero, Lionel Messi y Kylian Mbappé, compañeros en el París SG.
Al gran mito del fútbol en el siglo XXI le quedan 90 minutos para intentar lograr el título supremo, único que falta en su interminable palmarés. A diferencia de su sucesor, que ya levantó el trofeo dorado hace cuatro años en Rusia.
A sus 35 años y tras dar otra exhibición en semifinales ante Croacia (3-0), Messi avisó de que sentía «mucha felicidad» por poder terminar su recorrido en los Mundiales jugando una final.
Un misterioso virus
A Mbappé le quedarán, salvo sorpresa, varias ediciones más por jugar. Pero su ambición le recuerda que un nuevo título el domingo le convertiría en el primer jugador dos veces campeón mundial antes de los 24 años después del rey Pelé, su gran referencia.
No habría mejor regalo de cumpleaños para el fenómeno francés, que llega a esa edad dos días después de la final entre Francia y Argentina.
Sin tener que esperar al partido por el título, Qatar 2022 será para siempre el Mundial de Messi y Mbappé, los únicos que marcaron cinco goles en el torneo, ambos a un nivel excepcional, echándose a sus equipos a la espalda desde el primer minuto.
«¿Un plan anti-Messi? Vamos a intentar limitar al máximo su influencia, como los argentinos van a hacer para limitar la influencia de algunos de mis jugadores», señaló el miércoles el seleccionador francés, Didier Deschamps, sobre la partida de ajedrez que se avecina.
Los Bleus competirán por convertirse en la tercera nación que conserva su corona mundial, tras el Brasil de Pelé (1958 y 1962) e Italia en la época fascista (1934 y 1938). En ese entonces, solo 16 equipos participaban en el torneo.
«Hay una mezcla de calidad, de experiencia y una mentalidad de conquista, incluso en los periodos difíciles», señaló Deschamps. El técnico sufrió importantes bajas para el torneo, incluyendo la del último Balón de Oro, Karim Benzema, justo antes de arrancar.
La última adversidad, el misterioso virus que circula en su concentración y que provocó las bajas ante Marruecos de dos titulares como Adrien Rabiot y Dayot Upamecano.
«Kingsley Coman también se sintió un poco febril por la tarde», añadió Deschamps: «Las temperaturas bajaron un poco, está el aire acondicionado a fondo. Hay estados febriles. Todos tenemos cuidado. Tomamos precauciones. Todo lo que es viral es transmisible».
A tres días de saltar al césped del majestuoso Lusail en el día nacional de Qatar, los Bleus extremarán las precauciones.
Mientras Argentina, que contará con un día más para preparar el choque, descansó el miércoles y regresará a los entrenamientos este jueves.
Macron en el palco
A pesar de su derrota, Marruecos se fue con la cabeza muy alta, firmando un partido de altísimo nivel que desequilibró Francia con un gol de Theo Hernández en el minuto 5. Cuando más sufría en la segunda mitad, Randal Kolo Muani certificó el triunfo en el 79.
Los miles de hinchas marroquíes que llenaron el estadio Al Bayt en Al Khor, al norte de Doha, arroparon hasta al final a los suyos, que entraron en la historia de la Copa del Mundo. Es el primer equipo africano en alcanzar la semifinal; Camerún, Senegal y Ghana habían llegado a cuartos.
Les quedará el consuelo de pelear por el bronce el sábado en el partido por el tercer puesto ante un equipo croata contra el que empataron sin goles en su primer partido del Mundial.
«Pienso que les hicimos dudar por momentos, para nosotros es extraordinario. Ahora hace falta que seamos regulares para mostrar que no fue simplemente una sorpresa», señaló su seleccionador, Walid Regragui.
La semifinal contó con la presencia en el palco de honor del presidente francés Emmanuel Macron. Acudió a pesar de las polémicas que rodean el torneo y de la investigación en curso por los presuntos sobornos del emirato.
«Lo asumo completamente», dijo Macron a su llegada a Bruselas para una cumbre europea. «Hace cuatro años estuve con la selección en Rusia. Estoy con ellos en Qatar», recordó, añadiendo que también viajará para la final entre Francia y Argentina.
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