Una delegación de la FIFA recorrió este miércoles el histórico estadio Centenario de Montevideo, que albergará en 2030 el primer encuentro del Mundial. El torneo también se jugará en Argentina, España, Marruecos, Paraguay y Portugal.
«Es un día de mucha emoción, de mucha importancia», señaló en una rueda de prensa el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso. El ejecutivo explicó que la visita fue para cristalizar todos los trámites formales que requiere la participación del país en la organización del certamen.
Mientras tanto, el secretario nacional del Deporte de Uruguay, Sebastián Bauzá, subrayó que es un orgullo que FIFA recorra el estadio Centenario. Asimismo, remarcó la importancia del trabajo que el gobierno, la Intendencia de Montevideo y la AUF llevan a cabo juntos.
«Recorriendo el estadio y hablando de la importancia que tiene el estadio en la historia del fútbol mundial, la misma delegación de la FIFA lo reconoce. Eso para nosotros es muy importante», apuntó.
Por otra parte, reconoció que Uruguay debe trabajar en hacerle cambios al Centenario, por lo que van a escuchar las observaciones planteadas por la delegación para poder llevarlas a cabo y cumplir de esa forma «un sueño de todos los uruguayos».
En concordancia con esto, Alonso contó que se contrató una consultora internacional que va a trabajar en redactar el pliego para el anteproyecto. Añadió que el libro de candidatura tendrá información vinculada a distintos aspectos como infraestructura, hotelería o transporte.
Asimismo, consultado sobre lo cerca que Uruguay se encuentra de tener el Centenario en las condiciones necesarias, Alonso respondió que no está lejos.
«Tenemos poco tiempo para entregar el pliego y tenemos poco tiempo luego para presentar el proyecto para poder disponer de 36 meses de trabajo. No estamos para nada lejos. Vamos a tener determinadas flexibilidades para que sea más accesible en materia de inversión la reforma», sostuvo.
Finalmente, al hablar de las obras, el presidente de la AUF dijo que piensan en tres o cuatro líneas de financiamiento que conjuguen lo federativo, lo público y lo privado.