La Unión Internacional de Patinaje (ISU) decidió este martes elevar de 15 a 17 años la edad mínima de los atletas para participar en competencias de patinaje artístico para adultos.
La decisión se tomó por votación en el congreso del ISU en Phuket, Tailandia. El hecho ocurre meses después del escándalo por dopaje en los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín que involucró a la patinadora rusa Kamila Valieva, entonces de 15 años.
«Es una decisión histórica», afirmó el presidente de la ISU Jan Dijkema después de que más de 100 países votaran para apoyar la medida y 16 se opusieran.
Valieva, una de las favoritas para el título olímpico, no superó las pruebas de dopaje previas a los juegos pero se le permitió competir.
Sin embargo, tras estallar el escándalo sobre el dopaje, la deportista falló en sus ejercicios y se desplomó varias veces durante su presentación.
Tras su desastroso desempeño surgieron preguntas sobre la influencia de su entorno luego de un tenso intercambio con su entrenador.
La ISU insistió en subir la edad mínima en las competencias de patinaje artístico antes del incidente de Valieva y reconoció que tiene el deber de cuidar a los atletas adolescentes de élite.
El cambio
La decisión se va a implementar gradualmente en los próximos años. La edad mínima pasará en primer lugar a 16 años en la temporada 2023-2024, y después a 17 años en 2024-2025.
El objetivo: proteger la salud mental de las patinadoras, cuya carrera deportiva al más alto nivel es a menudo muy corta.
El director general del organismo, Fredi Schmid, había calificado la votación como el «momento de la verdad«, antes de la apertura del congreso.
«La credibilidad de la ISU será puesta a prueba», añadió. «Los medios y el público nos observarán de muy cerca».
La ISU indicó que el aumento del límite de edad estaba en su orden del día mucho antes del caso Valieva y reconoció que era su deber preservar la salud de las jóvenes deportistas.
«Obligación moral»
La reforma recibió previamente el aval de la comisión médica de la Federación Internacional.
«Es su obligación moral y su deber ofrecer a los jóvenes patinadores la oportunidad y el tiempo para desarrollar las competencias que necesitan para tener éxito en nivel sénior», explicó la doctora Jane Moran, que dirige la comisión médica. «Tienen derecho a desarrollarse como personas durante su adolescencia. No necesitan que los forcemos a participar».
Según una investigación realizada por la comisión de deportistas de la ISU con 1.000 patinadores y entrenadores, 86% de ellos se pronunciaron a favor de elevar la edad mínima.
El patinaje artístico es en efecto un deporte extenuante, en el que jóvenes encadenan horas de entrenamientos repetitivos, saltos y piruetas, a una edad en la que sus cuerpos están aún en desarrollo.
Para lograr triples o cuádruples saltos, una silueta alargada supone una ventaja, y una vez superada la adolescencia, cuando el cuerpo ensancha, los saltos se hacen más difíciles.
Las patinadoras se ven entonces reemplazadas por otras más jóvenes.
No es la primera vez en que una medida para elevar la edad de los patinadores se somete al voto de la ISU. En 2018, una propuesta equivalente se rechazó, encontrándose sobre todo con la oposición de Rusia, nación más potente de la disciplina.
«Mejor a 21 años»
En Rusia, las reacciones a la votación de la ISU no se hicieron esperar. «Si se eleva la edad, se eleva. Nosotros ganaremos de cualquier forma», estimó la antigua entrenadora Tatiana Tarassova a la agencia rusa TASS.
«La decisión está sobre todo dirigida contra nosotros», lanzó por su parte la antigua estrella de la disciplina Alexander Zhulin, medallista olímpico en danza sobre hielo en 1994 y convertido en entrenador.
El alemán Norbert Schramm, antiguo campeón de Europa, considera por su parte que la edad mínima debería elevarse «al menos a 18 años, o mejor a 21 años». «A nivel físico, mental y también de dopaje. Los jóvenes de 17 años no tienen cabida en el deporte profesional», declaró a la agencia deportiva SID.
«Debemos recordar que son en primer lugar niños, y después deportistas», estimó en la misma línea el representante de Irlanda en Phuket.