El boxeador filipino Manny Pacquiao consiguió vencer este sábado al estadounidense Keith Thurman por la vía de las tarjetas en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas.
Pacquiao mostró que no está acabado, su condición física fue impecable y su rapidez, aunque los años no pasan en vano, sigue vigente. En el primer asalto su rival conoció la lona, un golpe de realidad impactó a Thurman y se dio cuenta de que estaba enfrentando uno de los mejores boxeadores de la historia.
A partir de ese momento el duelo fue otro. Pac-Man buscó el nocaut, pero no pudo conseguirlo a pesar de los golpes directos y precisos en algunos tramos del combate. Sin embargo, One Time comenzó a desenvolver su técnica en el cuadrilátero y llegó a mandar en algunos rounds.
La experiencia fue determinante
La experiencia del filipino marcó la diferencia en el ring. Thurman pensó que con su juventud podría acorralarlo, pero todos sus intentos fueron fallidos frente a una gran resolución del nuevo campeón.
En las declaraciones antes de la pelea, el estadounidense dijo que antes del sexto tramo el retador caería KO. Además, se burló de la manera de moverse y de la estatura de Pacquiao; vaya que le salió caro.
Los 40 son los nuevos 20
La edad no ha sido un impedimento para Pac-Man, lo demostró a los 20 años de edad cuando alcanzó su primer título, lo confirmó a los 30 al sumar otro cinturón a su stand y ahora a los 40 de edad reafirmó que la constancia y dedicación son similares al proceso del vino: entre más años, mejor.
Con la victoria de este sábado, Pacquiao dejó su récord en 62 victorias, 7 derrotas y 2 empates. No obstante, al pelear por una faja de número uno posee un historial de 20-4-2.
El senador de Filipinas tiene cinco títulos en igual número de pesos, ocho campeonatos mundiales y se convirtió en el quinto boxeador con más edad en lograr esa hazaña.