Cuatro meses después de su habitual ubicación en primavera, Roland Garros dio el pistoletazo de salida, este domingo y bajo techo, a su otoñal edición de 2020, en medio de restricciones a causa del covid-19 y bajo unas condiciones climáticas frías y grises.
Desde el primer momento, Roland Garros ha tenido que recurrir al nuevo techo que recubre su pista central. La estructura de acero vestida con una tela clara fue desplegada desde este domingo por la mañana para hacer frente a unas condiciones lluviosas, ventosas y frías.
Los primeros en estrenarla fueron el belga David Goffin, número 12 del mundo, y el prometedor italiano Jannick Sinner. El joven de 19 años, que debutaba en Roland Garros, se sintió cómodo rápidamente y superó a Goffin en tres sets (7-5, 6-0, 6-3) en menos de dos horas, bajo la mirada de apenas un centenar de espectadores.
Afectado por la realidad del covid-19, el Grand Slam parisino ha visto cómo se reducía su aforo máximo desde inicios de septiembre, pasando de un máximo de 11.500 espectadores a 5.000, para finalmente quedarse en 1.000 por día.
Roland Garros ya no es el último de los cuatro torneos de Grand Slam en estar completamente a merced de los caprichos atmosféricos. Algo que viene como anillo al dedo, porque los próximos quince días en la capital francesa se anuncian particularmente húmedos y desapacibles.
«¿Es una broma? ¿No ven lo que ocurre? ¿Qué hacemos aquí? Es un poco ridículo». Sin estar a salvo de la lluvia en la pista Suzanne Lenglen, Victoria Azarenka no disfrutó de su partido de primera ronda ante la montenegrina Danka Kovinic, disputado a 11 grados centígrados. Hasta el punto de que luego de tan solo tres juegos la reciente finalista del US Open presionó al juez de silla para suspender el duelo.
El frío y Azarenka
«No se puede sostener la raqueta porque está demasiado húmeda», se quejó la bielorrusa. «No voy a esperar aquí (en su silla). Hace demasiado frío», se enfadó Azarenka cuando había que aguardar a que pasara el chubasco.
De vuelta a la pista después de treinta minutos de interrupción, la ex número 1 del mundo fue directa al grano, imponiéndose por 6-2, 6-1 en cerca de una hora.
Hubo al menos una persona que encontró el lado positivo a jugar en este domingo otoñal: Simona Halep, que cumplía 29 años este 27 de septiembre.
«Hace un poco de frío pero es un momento único jugar en Roland Garros el día de mi cumpleaños«, sonrió la rumana, número 2 del mundo y máxima favorita al triunfo final.
Bajo el techo de la pista central, Halep le endosó 10 juegos consecutivos a Sara Sorribes (70ª) después de un poderoso comienzo de partido de la española, en unas condiciones duras y ralentizadas por el frío y la humedad. La rumana terminó ganando 6-4, 6-0 en menos de hora y media.
La principal baza argentina, Diego Schwartzman, 14º del mundo y reciente subcampeón en Roma, tuvo un inicio de torneo plácido, con un 6-0, 6-1 y 6-3 sobre el serbio Miomir Kecmanovic (41º).
En uno de los partidos de primera ronda que más expectación generó el día del sorteo, el suizo Stan Wawrinka (17º), campeón de Roland Garros en 2015, arrolló por 6-1, 6-3 y 6-2 al exnúmero uno mundial británico Andy Murray, caído al 111º del ranking actualmente.
En el último partido en terminar este domingo, el alemán Alexander Zverev (7º del mundo) ganó 7-5, 6-2 y 6-4 al austríaco Dennis Novak (92º).
La entrada en liza del español Rafael Nadal, que aspira a su 13º título en París (lo nunca visto en un mismo torneo de Grand Slam), que le permitiría igualar el récord de Roger Federer de 20 majors, está prevista el lunes.
La de su máximo rival, el serbio Novak Djokovic, el martes.