El boxeador venezolano Eldric Sella Rodríguez desfiló este viernes 23 de julio en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con el equipo olímpico de Refugiados.
El atleta de 24 años de edad, que desde niño había soñado con participar en unos Juegos Olímpicos, es el primer latinoamericano en usar el estatus de refugiado en una cita olímpica.
Entre los países de origen de los atletas miembros de este equipo están: Sudán del Sur, Siria, Afganistán, Eritrea, República Democrática del Congo, Camerún, Irán y ahora Venezuela.
A la edad de 18 años, Sella obtuvo un lugar en la selección nacional de Venezuela. Formó parte del equipo durante siete meses, hasta que él y los otros miembros más nuevos fueron despedidos por falta de recursos.
Cuando fue invitado a un torneo de box en Trinidad y Tobago, en 2018, Sella buscó asilo en este país, dejando atrás prospectos olímpicos.
“No hubo un día en el que no pensara en ir a los Juegos Olímpicos”, dijo en entrevista con la periodista Carla Bridglal para Acnur.
Tuvo muchos empleos ocasionales para sobrevivir, pero nunca dejó de entrenar con la esperanza de algún día encontrar alguna forma de clasificar para un equipo olímpico.
Sella se inició en el boxeo a los 9 años de edad, después de que un gimnasio cerca de su casa en Caracas comenzó a ofrecer clases gratuitas a los niños del vecindario. Cuatro años más tarde, en 2012, Eldric ganaría su primer Campeonato Nacional, en el grupo de edad de 15 a 16 años.
Un día, el venezolano se enteró de los Equipos Olímpicos y Paralímpicos de Refugiados, y sintió que tenía una esperanza de cumplir su sueño.
Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, trabaja en estrecha colaboración con el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional para apoyar a esos atletas, en parte a través de las Becas para Atletas Refugiados del COI, que brindan a los aspirantes a atletas olímpicos el apoyo financiero que necesitan para entrenar.
Eldric Sella envió correos electrónicos preguntando sobre el programa, y en diciembre pasado recibió una beca del COI.
“Cuando obtuve la aprobación para estar en el programa sentí que estaba de nuevo en mi camino; Me siento vivo otra vez”, expresó.
En redes sociales, cientos de personas han mostrado su apoyo al joven venezolano.