El culebrón de la final de la Copa Libertadores-2018, empañada por la violencia que obligó a celebrar el partido de vuelta en Madrid, llegó este lunes a su fin. El Tribunal Arbitral del Deporte, TAS, confirmó a River Plate como campeón del torneo.
Sin embargo, le sancionó con dos partidos a puerta cerrada por los incidentes.
La sanción del máximo tribunal deportivo se suma a la impuesta por la Conmebol, que fueron dos partidos a puerta cerrada (que River cumplió contra Palestino y Alianza de Lima en la edición 2019) y una multa de 400.000 dólares.
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El TAS desestimó el recurso de Boca Juniors, que pedía la descalificación de su archirrival, lo que habría dado el título al Xeneize.
«La Formación Arbitral del TAS consideró que, a pesar de que River Plate había violado el Reglamento Disciplinario de la Conmebol, no podía ordenar la descalificación de River Plate de la Copa Libertadores 2018, pues dicha sanción habría resultado excesiva teniendo en cuenta las circunstancias del caso», argumentó el máximo organismo judicial del deporte mundial.
«La Formación Arbitral consideró que la sanción apropiada para River Plate por el ataque al Autobús son dos partidos a puerta cerrada, a cumplirse en los dos próximos encuentros de la Copa Libertadores que el River Plate dispute en su estadio», señaló el TAS.
Frente a Binacional y Sao Paulo
Esos próximos encuentros de River Plate corresponden al grupo D de la primera fase de la Copa Libertadores. Los cumplirá contra Escuela Municipal Deportivo Binacional de Perú (11 de marzo) y Sao Paulo brasileño (23 de abril).
El Millonario podría tener que disputar toda la primera fase del torneo continental con su estadio cerrado. Arrastra aún un partido de sanción por el lanzamiento de bengalas en la semifinal de la última Libertadores, también contra Boca Juniors.
River Plate está a la espera de la decisión de la Conmebol al recurso presentado. El tercer partido de la Libertadores como local enfrentará al Millonario contra la Liga Deportiva de Quito el 6 de mayo.
El 24 de noviembre de 2018, en la afueras del Monumental rioplatense, hinchas del Millonario apedrearon el autobús que conducía a los jugadores de Boca Juniors al estadio para la disputa del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores (2-2 en la ida).
En el ataque se rompieron algunos cristales del autobús y varios jugadores xeneizes resultaron heridos.
Esos graves incidentes obligaron a la Conmebol a suspender el partido y posteriormente a deslocalizar la final. Finalmente se disputó en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 9 de diciembre, con victoria en la prórroga para River Plate por 3-1 (5-3 en el global).
De esa manera, el TAS «oficializó» la cuarta Copa Libertadores para River Plate. Además de los dos partidos a puerta cerrada fue multado por la Conmebol con 400.000 dólares.
El TAS no aplicó sanciones económicas adicionales, aunque las tres partes (los dos clubes y la confederación suramericana) deberán repartirse los gastos del proceso.
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