La baja del ecuatoriano Richard Carapaz privó en la Vuelta de su principal favorito, pero su equipo, el Movistar, acepta con Nairo Quintana y Alejandro Valverde el reto de la general ante rivales que lideran las apuestas. Dos de ellos son el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) y el colombiano Miguel Ángel “Supermán” López (Astana).
Carapaz, ganador del Giro, se cayó el pasado domingo en el Criterium de Profronde van Etten-Leur, en los Países Bajos, a donde acudió de manera voluntaria. La caída le causó una lesión que le impedirá participar en la competencia española que comenzará este sábado.
Faltan figuras. No estarán los británicos Chris Froome ni Simon Yates, el último ganador; tampoco Egan Bernal ni Tom Dumoulin. Pero la Vuelta tiene un recorrido diseñado para el espectáculo diario, cuenta con una nómina de participantes que lucharán en unos márgenes de igualdad que pueden dar condimento hasta Madrid, adonde llegará la carrera el próximo 15 de septiembre
Sin favoritos
No hay claros favoritos, pero el esloveno Roglic levanta aroma de candidato número 1. Tercero en el Giro, el ex saltador de esquí, de 29 años de edad, quiere dar el brinco al número 1 de una grande. Recuperado del esfuerzo del Giro y protegido por un potente equipo, que incluye, entre otros a Steven Kruijswijk, tercero en el Tour, Roglic viene a ganar la Vuelta.
Movistar y Astana serán los equipos que contrarresten el poder del Jumbo, con bazas importantes en ambas escuadras.
Sin Carapaz no habrá debate de líderes en Movistar. Quintana, en el año de su despedida del equipo, tendrá lo que siempre buscó: los galones indiscutibles. Los lucirá el boyacense, quien tendrá como gregario de lujo a un agente libre llamado Alejandro Valverde, campeón del mundo.
“Supermán” López llega a sus 25 años de edad con “calmita”, pero el colombiano, ganador del Tour Colombia y Volta a Cataluña, se quiere consagrar en una grande. Ya conoció el tercer escalón del podio en el Giro y Vuelta en 2018, pero ahora apunta al número 1.
Como Roglic, también tiene una escuadra fuerte, con el danés Jakob Fuglsang y los españoles Gorka e Ion Izagirre y Omar Fraile.
El abanico de favoritos se amplía a un segundo escalón en los que hay nombres como el del holandés Wout Poels, al mando del Ineos, el colombiano Rigoberto Urán (EF) o y compatriota Esteban Chaves (Mitchelton), si bien estos últimos no cotizan en las apuestas como los anteriores.
El ciclismo español pondrá en liza tres equipos más, el Euskadi Murias de Óscar Rodríguez, el Caja Rural RGA y el Burgos, en principio llamados a luchar para ser protagonistas en cada etapa y tratar de cazar algún éxito.
A la sombra de los favoritos será interesante ver la progresión de corredores como Marc Soler (Movistar), magnífico como gregario en el pasado Tour, de David de la Cruz, incluido a última hora en el Ineos y de otras promesas como Fernando Barceló (Euskadi Murias).
El reloj de Pau y el tríptico del norte decidirán
El recorrido se ciñe a la tradición de alicientes diarios y abundante montaña. Nada menos que 8 finales en alto en las 21 jornadas que completan un total de 3.290 kilómetros.
En el menú dos metas elevadas en puerto de categoría especial (Los Machucos y Acebo), cuatro en cotas de primera (La Cubilla, Javalambre, Más de la Costa y Els Cortals d’Encamp) y dos de tercera (Ares del Maestrat y Gredos).
Estas etapas, junto a la contrarreloj de 36 kilómetros en Pau marcarán la 74 edición de la Vuelta, que este año cumple 10 años de “la roja”, emblema de la carrera que distingue al líder.
La salida de la crono inicial por equipos se tomará desde una montaña de sal junto al lago rosa de Torrevieja. Serán 13 kilómetros de recorrido, suficientes para conocer al primer maillot rojo.
Aunque alicientes habrá a diario, el primer final en alto llegará en la quinta etapa con meta en el Observatorio Astrofísico de Javalambre, cima inédita tras 11 kilómetros al 7,4%.
Primera gran cita en la novena etapa entre Andorra la Vella y Cortal D’Encamp, de solo 94 kilómetros, con 5 puertos, una jornada similar a la de 2018 que subirá el Coll d’Ordino y Coll de la Gallina por su parte más dura y le meta tras un ascenso de 6 kilómetros al 8,3%.
Tras el primer descanso la crono de Pau, con un recorrido de 36.2 dará respiro a los rodadores. Tras el paso por Urdax y Bilbao, Cantabria y Asturias volverán a ser clave para el podio final. Los Machucos esperan en la decimotercera jornada con los 9 kilómetros que azotaron a Froome en 2017.
2 finales inéditos abren el periplo asturiano: el Alto del Acebo (categoría especial, 8 kilómetros al 9%) y La Cubilla, en el tope tras un ascenso interminable de 20 kilómetros que tiene rampas hasta del 15%.
La sierra de Madrid asusta
De nuevo aparece en escena la Sierra de Madrid con etapa entre Colmenar Viejo y Becerril de la Sierra, a tres días del final. Se subirá Navacerrada, La Morcuera por ambas vertientes y el Puerto de Cotos que se coronará antes de finalizar en bajada en Becerril de la Sierra. El italiano Aru ganó la Vuelta 2015 en esos parajes.
Gredos tendrá la última palabra. Penúltimo asalto por tierra de escaladores. En la Peña Negra (1a) el líder tendrá que aguantar los últimos ataques.
El 15 de septiembre en Madrid se conocerá el nombre del sucesor del británico Simon Yates. Faltan figuras, sobran emociones.
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