Rugby Championship
Foto Archivo

Las principales potencias del hemisferio sur tienen este julio un ensayo general para el Mundial, el Rugby Championship, que arranca este sábado. En la prueba intentarán evaluar en qué punto se encuentra su preparación para la gran cita francesa.

Nueva Zelanda (defensora del título), Argentina, Suráfrica y Australia disputan este año un formato reducido del Rugby Championship, condicionado por el Mundial. Cada selección jugará tres partidos (8, 15 y 29 de julio), en vez de los seis de las ediciones normales.

Solo se enfrentarán por lo tanto una vez entre sí y no dos, antes de pasar a afrontar los últimos amistosos de agosto y, especialmente, el Mundial (8 septiembre-28 octubre).

Los All Blacks, que en el Mundial jugarán en el grupo A con el anfitrión francés, sufrieron en el último año derrotas inhabituales y es una de las grandes incógnitas.

Hace un año, Irlanda venció dos veces a los neozelandeses en su visita a Oceanía (23-12 el 9 de julio y 32-22 el 16 de julio). A finales de agosto, en Christchurch, Argentina firmó su primera victoria en Nueva Zelanda (25-18).

En noviembre, después de haber temblado para superar a Japón (38-31), los hombres de negro, de gira por Europa, dieron ciertos motivos para la preocupación. Ganaron sin deslumbrar ante Gales (55-23) y Escocia (31-23), antes de un empate 25-25 ante Inglaterra.

Para este Rugby Championship, el seleccionador Ian Foster, que tiene que hacer frente a numerosas lesiones en su plantel, mantuvo al tercera línea Sam Cane en el puesto de capitán, junto a las estrellas Ardie Savea, Aaron Smith o Beauden Barrett.

En el primer partido, Nueva Zelanda visita a Argentina el sábado en Mendoza.

Los Pumas, que en el Mundial estarán en un grupo D donde Inglaterra parece el gran adversario, tratarán de conseguir resultados que refuercen su confianza. Vienen de un año 2022 esperanzador, con un balance de cinco victorias en doce partidos, incluyendo dos triunfos históricos: el de Christchurch ante los All Blacks y el de unos meses después en Twickenham ante Inglaterra (30-29).

Sin Kolisi

Por parte de los australianos, el torneo supone el gran regreso de Eddie Jones como seleccionador de los Wallabies, después de siete años al frente del XV inglés.

Jones, que mostró en enero su ambición de conquistar el título mundial, se rodeó de jugadores experimentados. Además se apoyó en hombres como el pilar James Slipper, el tercera línea Michael Hooper o el segunda línea Will Skelton.

Los surafricanos, vigentes campeones del mundo, afrontan esta competición con el recuerdo de que en 2019 la ganaron. Eso sirvió de presagio a su título en el Mundial de Japón.

Sin embargo, los Springboks no lo tendrán fácil ya que llegan con varias bajas importantes, entre ellas la de su capitán Siya Kolisi.

La irregularidad de la selección surafricana es otro de los motivos para desconfiar. El equipo demostró recientemente que es capaz de lo mejor y de lo peor.

Para centrarse en el partido ante los All Blacks el 15 de julio en Auckland, el seleccionador Jacques Nienaber optó por una especie de equipo B para recibir a Australia el sábado en Pretoria.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!