El asombroso regreso al golf de Tiger Woods monopolizará la atención el jueves en el arranque del Masters de Augusta, donde el astro estadounidense se dice dispuesto a pelearle incluso el título a los numerosos aspirantes.
«Creo que sí» puedo ganar, dijo sin el menor atisbo de dudas Woods el martes en el Augusta National Golf Club, el último lugar donde compitió antes de su accidente automovilístico de febrero de 2021.
Si, como se espera, da el golpe de salida el jueves, Woods culminará quizás la más inesperada de sus épicas resurrecciones y lo hará de nuevo en Augusta. Allí, 25 años atrás, abrió una nueva era en el golf con su primer título de Grand Slam.
A sus 46 años de edad, pocos esperaban que Tiger Woods fuera capaz de volver a jugar al máximo nivel en su regreso por la gravedad de las lesiones sufridas cuando colisionó con su camioneta a casi 140 km/h en un suburbio de Los Ángeles.
Con un físico ya maltrecho por una decena de cirugías de rodilla y espalda, Woods tuvo que reponerse de múltiples fracturas en la pierna derecha. Su pierna tuvo que mediante varillas y tornillos bajo la amenaza de una amputación.
Tigermanía desatada
A paso lento pero seguro, el tigre volvió a caminar pasados unos meses y progresó en su recuperación disputando primero un torneo familiar con su hijo en diciembre. En el encuentro se movió en un carrito de golf, y conmocionando al mundo del deporte la semana pasada cuando se presentó a practicar en Augusta.
Con la Tigermanía desatada y multitudes siguiendo sus entrenamientos, Woods asegura que la longitud del campo (7.510 yardas – 6,8 kilómetros) y sus elevaciones son el mayor desafío para pelear por su sexta chaqueta verde, con la que igualaría el récord de Jack Nicklaus.
«No tengo que preocuparme por el golpeo de la pelota o el juego del golf, en realidad son solo las colinas. Ese va a ser el reto, el reto de un gran maratón», describió Woods, que siempre insistió en que nunca competiría en un torneo que no creyera que puede ganar.
En 2008 fue capaz de alzar el trofeo del Abierto de Estados Unidos compitiendo con una fractura por estrés y una rotura de ligamentos.
Once años y cinco operaciones de espalda después, en 2019 firmó una de las grandes resurrecciones de la historia del deporte al conquistar su quinto Masters y decimoquinto título de Grand Slam.
El número uno mundial en juego
Entusiasmados por tener de vuelta al ídolo, las figuras actuales del golf persiguen escribir su propia historia en el Masters. Además de asaltar también el número uno del circuito PGA, que lleva años sin un claro dominador.
Jon Rahm, recién desalojado de la cima del ránking, llega a Augusta con todo por ganar. Está decidido a escribir una página de gloria del golf español tras los triunfos de Sergio García, José María Olazábal y el fallecido Severiano Ballesteros.
«Ojalá pueda ser el cuarto en esa lista», confió Rahm el martes. «Hay mucha y buena historia española aquí a la que me encantaría sumarme».
A diferencia del año pasado, cuando fue el último golfista en llegar por el nacimiento de su hijo, Rahm jugará sin la exigencia de inaugurar su casillero de trofeos de Grand Slam. Algo que cumplió el año pasado en el Abierto de Estados Unidos.
En Augusta es uno de los cinco golfistas que podrían arrebatarle el número uno a Scottie Scheffler, que lleva apenas dos semanas en el trono.
A sus 25 años, Scheffler no ha alcanzado todavía un podio en los torneos Major. Sin embargo, es uno de los jugadores más en forma del circuito, con tres trofeos en los últimos dos meses. El golfista está agradecido de que los focos se posen sobre Tiger Woods y su regreso.
«Tiger nos quita mucha atención a todos, lo que creo que es algo bueno para nosotros», dijo el martes Scheffler. «Está acostumbrado a ser el centro de atención. Estamos contentos de verle de vuelta.»
Otras figuras que persiguen tanto el número uno de Scheffler como su primera chaqueta verde son el joven estadounidense Collin Morikawa (número 3 de PGA); y el noruego Viktor Hovland (4º).
Ambos necesitarían concluir entre los tres primeros de Augusta mientras a Rahm le serviría con un sexto lugar en solitario.
Por su parte el japonés Hideki Matsuyama y el estadounidense Dustin Johnson, los dos últimos campeones, tratarán de recuperar la magia perdida de sus triunfos.