Steph Curry regresó el martes tras perderse once partidos por una lesión en un hombro, pero sus 24 puntos, 16 de ellos en el cuarto período, no pudieron evitar una nueva derrota como locales de los Golden State Warriors, esta vez contra unos Phoenix Suns (125-113) huérfanos de Chris Paul, Devin Booker y DeAndre Ayton.
Los Warriors sufrieron su tercera derrota consecutiva en el Chase Center, tras caer contra los Detroit Pistons y los Orlando Magic, y se rindieron ante unos Suns liderados por Mikal Bridges (26 puntos) y Damion Lee (22).
Curry arrancó con apuros, con solo ocho puntos en tres cuartos, pero su reacción de orgullo en el último período estuvo a punto de regalar a los Warriors una remontada épica después de que los Suns tocaran los 27 puntos de ventaja.
Steph acabó con 24 puntos, cinco de quince en triples, Klay Thompson firmó 29, con seis triples, y Jordan Poole aportó 27, pero los Warriors, el peor equipo de la liga fuera de casa (3-16), se hundieron en un momento muy complicado.
De hecho, hasta la semana pasada, el equipo de Steve Kerr lograba matizar sus pésimos números como visitantes con un rendimiento sobresaliente en el Chase Center.
Sin embargo, desde que los Pistons triunfaran en la Bahía, los Warriors sucumbieron ante los modestos Magic y este martes ante unos Suns sin sus tres estrellas.
Son novenos (20-21) en el Oeste, mientras que los Suns, que habían ganado solo uno de sus últimos nueve partidos, son sextos (21-20).
Anillo para Damion Lee
En los prolegómenos del partido, los Warriors, que cerraron una serie de ocho partidos consecutivos disputados en el Chase Center de San Francisco, honraron a su excompañero Damion Lee.
Regresó al Chase Center por primera vez y recibió, de la mano de Curry, el anillo de campeón NBA 2022, al formar parte del equipo que ganó 4-2 la serie de las Finales contra los Boston Celtics.
El ahora jugador de los Suns no tenía todavía el anillo de campeón pues los Warriors organizaron la ceremonia de entrega este año al comienzo de la temporada.
Gran arranque de los Suns
Pese a la interminable lista de bajas, los Suns jugaron una gran primera mitad y acumularon catorce puntos de ventaja al descanso. Solo contra los Nuggets, cuando perdían por 18 tras dos cuartos, los Warriors lo habían hecho peor este año.
Fue precisamente Damion Lee el mejor del equipo de Monty Williams, con catorce puntos al descanso, fruto de un tres de cuatro en tiros y de un seis de seis desde la línea de libres.
En los Warriors, Curry conectó su primer triple, pero no pasó de los cinco puntos al descanso. Fue mérito de Klay Thompson, con 21 puntos y cinco triples, si los Warriors no se fueron a los vestuarios con un resultado mucho más abultado.
No mejoraron las cosas en el tercer período, con Mikal Bridges que logró una jugada de cuatro puntos, al anotar un triple y sufrir una falta de Curry y Torrey Craig que dio la máxima ventaja a los Suns desde el arco, para el 86-60 con 4.49 minutos por jugar.
Los Warriors despiertan tarde
Después de tres cuartos, Curry llevaba ocho puntos, con tres de diez en tiros, y el encuentro parecía sentenciado para unos Suns que tocaron los 27 puntos de margen.
Pero el líder de los Warriors despertó en el cuarto período, en el que los campeones sellaron un parcial de 8-0 que les acercó a diez puntos (113-103), con tres minutos por jugar.
Los hombres de Steve Kerr, con un gran triple de Poole, que rechazó dos puntos fáciles al contragolpe para intentar, y conectar, un tiro desde el arco, se colocaron a seis puntos (117-111) y la Bahía empezó a creer en un milagro.
Sin embargo, los Suns consiguieron reaccionar a tiempo y blindaron un gran triunfo contra los campeones.