El Real Madrid está inmerso en la peor racha de local de su historia en la Copa de Europa tras perder los dos últimos partidos disputados en el estadio Santiago Bernabéu.
El conjunto merengue quiere dejar en 344 días, contra el Brujas, los días sin ganar ante su afición en la Liga de Campeones.
El 23 de octubre de 2018 se produjo el último triunfo del Real Madrid en una competencia europea en su casa.
Fue el último partido de Julen Lopetegui en Liga de Campeones, previo a la visita al Camp Nou que sentenció su corta etapa en el banquillo.
La victoria por 2-1 frente el modesto Viktoria Plzen, gracias a goles de Karim Benzema y Marcelo, no ponía freno al mal momento en un triunfo corto y sin confianza ante un rival menor.
Pero fue la última de local en toda la Liga de Campeones, en la tercera jornada de la fase de grupos.
Con Solari en el banquillo se cerró con una derrota la fase de grupos, un 0-3 frente al CSKA que no tuvo consecuencias al afrontarlo ya clasificados para octavos de final en los que el Real Madrid hizo aguas.
Por primera vez en su historia perdía dos partidos seguidos en el Bernabéu en la competición de mayor prestigio a nivel de clubes.
El Ajax se paseó en el coliseo madridista y los eliminó 1-4, que dejó a los merengue sin nada por lo que luchar con tres meses aún por jugarse de temporada.
Ese 5 de marzo fue el último partido del Madrid de local. La presente edición la inició como visitante, encajando una nueva derrota, ante el PSG.
Tres partidos perdidos de los cuatro últimos disputados y encajando además tres o más goles en cada una de esas derrotas.
Una dinámica que quiere cambiar Zinedine Zidane frente el Brujas tras ver desde fuera cómo la pasada temporada fue la primera en nueve años que el Real Madrid no llegaba a semifinales.