El lanzador Alejandro «Patón» Carrasquel debutó el 23 de abril de 1939 con los Senadores de Washington y se convirtió en el primer venezolano en jugar en las Grandes Ligas.
El caraqueño, que falleció el 19 de agosto de 1969, tuvo una carrera que constituye un legado para los peloteros venezolanos.
“El contexto en el que el Patón debuta en Grandes Ligas, es el de una Venezuela que luchaba por salir de la barbarie y un contexto histórico mundial en el que comenzaba la Segunda Guerra Mundial, y algunos jugadores debieron servir en la milicia”, expresó Javier González, que escribió el libro El Patón Carrasquel, primer venezolano en Grandes Ligas.
A diferencia de las cuantiosas sumas que se ganan actualmente, Carrasquel firmó en la gran carpa a los 27 años de edad por 700 dólares.
Su llegada a los Senadores durante la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos jugadores fueron reclutados para combatir, le abrió las puertas a una cantidad de peloteros que tuvieron la oportunidad de mostrar su talento.
El scout Joe Cambrit fue quien vio al serpentinero venezolano cuando formó parte del equipo Valdés de Cuba y se lo recomendó a Clark Griffin, propietario del equipo de Washington.
Debut soñado
Tuvo el debut que todo jugador sueña. Enfrentó a los Yanquis de Nueva York, con una alineación conformaba, entre otros, por Joe DiMaggio, Lou Gehrig y Bill Dickey. Entró como relevista con tres corredores en circulación y logró salir airoso de esa situación de tensión para su equipo.
“Imagínense, al bate DiMaggio, Gehrig y Dickey. No podían buscarle algo mejor a un novato. Pero me apreté el cinturón y puse el corazón en cada lanzamiento”, relató Carrasquel al periodista Humberto Acosta.
Contra los Bombarderos del Bronx el caraqueño dejó línea de 5.0 entradas, permitió 5 indiscutibles, ponchó a uno y permitió una rayita en su primera presentación.
Experiencia como lanzador
El pitcher venezolano jugó siete temporadas con los Senadores de Washington, en las que ganó 50 encuentros y perdió 39. Dejó efectividad de 3.73 en su estadía con el equipo de la capital de Estados Unidos.
“No sé dónde aprendió, pero sabe lanzar. Conoce todos los secretos y nunca da a los bateadores el lanzamiento que esperan”, dijo de él Bucky Harris, mánager de Washington.
A los 16 años de edad comenzó a jugar beisbol. Sin embargo, no fue hasta un par de años más tarde cuando jugó con un equipo de primera división en Venezuela (1930), el Royal Criollos, que le pagaban a los peloteros aunque no se había desarrollado el profesionalismo.
Entre las anécdotas del diestro se encuentra el ponche a Ted Williams, quien está en el Salón de la Fama, y la multa que le impuso el mánager Harris.
“Era muy difícil hacer outs en esa liga. Sin embargo, una vez ponché a Ted Williams, aunque me costó una multa del manager Harris. Lo tenía en dos strikes sin bolas y le tiré recta para poncharlo parado. Tienes 100 dólares de multa por lanzar recta en ese conteo, me dijo”, indicó el abridor a otro periodista, Rubén Mijares.
En las Mayores dejó foja de 50-39, con efectividad de 3.73 y 252 ponches en 861.0 innings lanzados.
En la Liga Venezolana de Beisbol Profesional jugó con Navegantes del Magallanes, Cervecería Caracas y Gavilanes. Fue breve su participación en el circuito nacional y dejó números de 4.71, 12 ganados y 20 perdidos en 51 encuentros.
Carrasquel, un apellido, un legado
El Patón no fue el único Carrasquel que llegó a las mayores. Su sobrino Alfonso “Chico” Carrasquel fue el tercer venezolano en la gran carpa y el primero en jugar las paradas cortas.
Tío y sobrino jugaron juntos con Medias Blancas de Chicago en los años cincuenta. Carrasquelito se convirtió en uno de los mejores shortstops de la MLB. Además, es el primer latino en participar en un Juego de Estrellas, clásico en el que dijo presente por cuatro temporadas.