Protagonistas de las finales de la Champions de 2005 (victoria del Liverpool) y de 2007 (victoria del Milan), ambos equipos suman 13 títulos entre la Champions y su antecesora, la extinta Copa de Europa.
El conjunto local había iniciado el partido de la mejor forma con gol de Pulisic de disparo cruzado para batir al arquero brasileño Allison. Pero los jugadores de Paulo Fonseca, que lograron su primera victoria de la temporada el sábado, no tardaron en ceder la iniciativa a un Liverpool sobrado de calidad para no perdonar sus ocasiones.
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— UEFA Champions League (@ChampionsLeague) September 17, 2024
El Liverpool fue un vendaval
Y eso que el astro egipcio Mohamed Salah había estrellado un latigazo con la diestra en el larguero en el minuto 17. Pero seis minutos después, un remate de cabeza de Konaté tras una falta lateral tipo mini corner llevó la igualada al marcador.
Para entonces el Liverpool ya estaba desatado y el público de San Siro comenzaba a sentir el vendaval que se les avecinaba.
De nuevo Salah estrelló el balón en la madera en el minuto 30 como presagio del segundo gol, también de cabeza, en esta ocasión de Virgil van Dijk en jugada de córner.
Para colmo de males llegó la lesión de Maignan, quien, ante la ausencia del suplente habitual Marco Sportiello, lesionado, tuvo que ceder su puesto bajo palos al joven arquero del filial Lorenzo Torriani (de 19 años de edad), que nada puedo hacer ante Dominik Szoboszlai, solo en el segundo palo para marcar el tercero.
San Siro pitó a los suyos al término del partido, y Fonseca, que sucedió a Stefano Pioli en junio, se jugará gran parte de su crédito el domingo en el derbi ante el Inter en la Serie A.
«El segundo gol cambió el partido y nos afectó anímicamente. Cometimos demasiados errores. Contra un equipo de ese nivel, eso no se perdona, pero hay que reconocer que el Liverpool es por el momento mejor equipo que nosotros», reconoció Fonseca.
«Hay que seguir trabajando para jugar como un equipo no solo durante 20 minutos sino durante 90 minutos», insistió.
La noche no fue, sin embargo, perfecta para el Liverpool, después de que uno de sus aficionados, que había acudido a Italia a presenciar el partido, murió en un accidente en la carretera en Bérgamo.