El Scudetto no ha aplacado la tensión entre el Inter de Milán, campeón de la Serie A por primera vez desde 2010, y su entrenador Antonio Conte. El técnico se mantiene firme en su oposición al proyecto de los propietarios del club cuyo objetivo es reducir gastos, afirmó este miércoles la prensa italiana.
«Inter-Conte, es el divorcio», titula La Gazzetta dello Sport, añadiendo que el adiós oficial podría producirse en las próximas 48 horas, mientras que el contrato del entrenador establece una temporada más.
En el origen del desacuerdo entre el propietario chino Suning y Antonio Conte están las graves dificultades económicas del Inter. Los problemas económicos impedirían al entrenador poder contar con los jugadores que desea para conseguir los más altos retos deportivos.
El Inter registró la temporada pasada pérdidas de más de 100 millones de euros (122 millones de dólares). Suning, gigante de la distribución de productos electrónicos que posee desde 2016 cerca de 70% de las acciones del Inter, también se halla en plena crisis debido a la pandemia.
Debido a su situación Suning se desvinculó del Jiangsu FC chino a finales de febrero.
Hace cinco días, el Inter de Milán cerró un acuerdo con el fondo de inversión estadounidense Oaktree Capital, que aportará 275 millones de euros (336 millones de dólares) en un préstamo.
La prensa italiana reveló que el grupo Suning deberá devolver el préstamo en los tres próximos años.
En ese contexto, Suning desea economizar al máximo tanto en la adquisición de nuevos jugadores como en los salarios. Al mismo tiempo pretende sacar créditos de la venta de los jugadores con mayor cartel en el mercado.