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EL EMERGENTE. Evaluando el cambio entre Aragua y Magallanes

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Cinco meses tardaron los equipos de la LVBP hace un año, hasta finalmente cerrar el primer cambio de peloteros después de que se abrió el mercado. Esta vez ha sido diferente. Van dos canjes en poco más de un mes, desde que cayó el último out de la final y volvió a ser posible este tipo de transacciones. Parece que el nuevo receso entre temporadas sí será entretenido.

Aragua, protagonista en ambos traspasos hasta ahora, adquirió este viernes a Dedgar Jiménez. Para hacerlo, entregó al jardinero Juan Infante, que ahora pertenece al Magallanes.

Es un acuerdo para ir calentando motores. Dos actores de reparto que pueden —eso esperan sus equipos— representar un papel adecuado en la obra que se montará en la próxima ronda eliminatoria.

Jiménez fue bien visto por los Medias Rojas hasta hace no mucho. Es, en teoría, la pieza de más peso, y no es una ironía en referencia a su corpulencia.

Es pitcher, es zurdo, es venezolano y en las últimas dos zafras llegó a lanzar en Triple A. Son características valiosas en un circuito invernal, donde son cada vez mayores las restricciones impuestas desde la MLB.

Infante, en cambio, dejó de ser atrayente hace mucho para el beisbol organizado. Su única experiencia en las Ligas Menores ocurrió hace un lustro y fue en la Dominican Summer League, el primer nivel en el camino de desarrollo. Los Astros de Houston lo dejaron ir pronto y desde entonces es menester hurgar muy bien para encontrar qué fue de él.

Parece, en teoría, un convenio desequilibrado. Pero hechos recientes arrojan otras luces en ambos casos. El relevista ha sufrido para mostrar dominio, últimamente. El toletero derecho ha bateado muy bien cuando ha podido enseñarse.

Pareciera como que la nave hubiera llegado a la conclusión de que Jiménez era prescindible. En noviembre era visto como ayuda para los últimos innings, después de salvar 10 juegos en Doble A, con 3.78 de efectividad. Pero su segundo ascenso al Pawtucket duró dos encuentros, solamente, y fue catastrófico, tampoco fue la presencia rotunda que esperaba la Selección Nacional en el torneo mundialista Premier 12 y su última participación con los turcos fue muy floja, con 8.76 de efectividad en la ronda eliminatoria, con casi un pasaporte y más de un hit recibido por cada entrada de labor.

Acá nunca ha conseguido la regularidad que por momentos se le vio en el norte. Deja 5.75 de efectividad en sus tres torneos con los filibusteros y busca contrato para viajar de nuevo.

Infante no ha decepcionado, porque pareciera no haber levantado expectativas nunca. ¿Qué tal si ahora por fin lo hace? Fue difícil seguirle la pista —y de hecho hay ejecutivos que no tienen idea de dónde jugó en 2019—. Pero hay algo con él: de un tiempo a esta parte, al menos, cuando ha jugado, ha aprovechado la oportunidad.

Con los felinos rayados bateó para .313/.333/.500, aunque únicamente fue al home 33 veces. Y justo antes de eso, ligó para .292/.404/.479 en la fase regular con los Tigres de Obregón, una de las divisas que hacen vida en la Liga Suprema de Beisbol del Sur de Sinaloa.

Sí, la Liga Suprema de Beisbol del Sur de Sinaloa. Aunque el fútbol sigue siendo el principal deporte espectáculo en México, abundan los circuitos profesionales de pelota en ese país. Se trata de un torneo independiente, del que salió un puñado de peloteros rumbo a varios campeonatos invernales.

A Infante le dijeron adiós con orgullo, al terminar los playoffs. Fue en la postemporada donde más brilló. El sitio oficial de la LSBSS dice que fue “uno de los mejores jardineros defensivos que han llegado a la Liga”, con “explosivo bateo” y un carisma “que puso ‘el flow’ en la caseta felina, hasta llevarlos a la gran final”.

Los números no mienten. En los playoffs dejó promedios de .369/.447/.585, con 19 empujadas en 18 juegos, 4 jonrones y 4 robos.

EL EMERGENTE. Una alegría color Vinotinto

Infante, un guariqueño de Zaraza, tiene solo 23 años de edad. ¿Y si resulta que es capaz de aprovechar un segundo aire, de brillar profesionalmente, después de perderse en las ligas independientes? Pasó con David Peralta, también con Ildemaro Vargas y seguirá sucediendo aquí y allá. Magallanes espera que pueda ayudar con el madero, ampliando una base criolla de jugadores sin restricciones, algo que la nave quiere fortalecer.

Jiménez tampoco es un caso perdido. Hace menos de 12 meses salvaba cotejos en Doble A y de por vida ha concedido apenas 0,6 jonrones y 2,6 bases por bolas por cada nueve entradas en las Menores. El bajón que ha vivido desde la segunda mitad de 2019 puede ser perfectamente algo pasajero. Y este mismo viernes, vaya casualidad, cumplió los 24 años de nacido.

Aragua ha hecho énfasis en sumar opciones para el bullpen, especialmente del lado izquierdo. Así han ido adquiriendo a Ismael Guillón, José Mijares, Jan Granado y Luis Ysla. Ahora agregan otro brazo zurdo, al que seguramente piensan dar mucho uso en la zafra venidera.

@IgnacioSerrano

www.elemergente.com

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