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37.000 mujeres y niños acudieron al partido del Atlético Paranaense el 25 de enero. Imagen cortesía de Gustavo Oliveira/ Atlético

Cuando los equipos de fútbol profesional brasileños Coritiba y Atlético Paranaense iniciaron su temporada a mediados de enero en la ciudad sureña de Curitiba, había algo notablemente ausente en sus estadios de 40.000 localidades: los hombres.

Los dos equipos del sur del país hicieron historia al disputar el primer partido de fútbol de Brasil con sólo mujeres y niños como espectadores. A los hombres mayores de 12 años de edad no se les permitió entrar en el estadio como castigo por una pelea entre hinchas que tuvo lugar durante un partido entre los dos equipos el 16 de febrero de 2022.

Tras la reyerta, el Tribunal de Brasil ordenó que el Coritiba jugaría un partido sin público, mientras que el Atlético Paranaense tendría que disputar dos encuentros con los estadios vacíos.

Resumiendo, en una maniobra para evitar pérdidas en la venta de entradas al comienzo de la temporada de 2023, los responsables del Coritiba apelaron al tribunal para que permitiera la entrada al estadio a mujeres y niños, alegando que la violencia se asociaba a hombres adultos.

El tribunal accedió y permitió la entrada a mujeres y niños aficionados al fútbol.

Ambos equipos promocionaron con gran éxito en las redes sociales los partidos sin testosterona.

Al primer partido entre los dos equipos, el 15 de enero en el estadio Couto Pereira de Coritiba, asistieron unas 9.000 mujeres y niños.

En el siguiente partido, el 21 de enero en el estadio Arena da Baixada del Athletico Paranaense, acudieron 32.000 aficionados. Y en el último partido de la sanción ordenada por el tribunal, 37.000 mujeres y niños animaron a sus equipos.

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Niños y aficionadas del Coritiba en el estadio Couto Pereira. Imagen cortesía de Coritiba

Sí, las mujeres pueden estar en los estadios de fútbol!

Brazil Reports habló con seis mujeres que asistieron a los históricos partidos. Describieron la emoción de ver a mujeres ocupando un espacio que, hasta hace unos años, estaba ocupado mayoritariamente por hombres.

Juliana, hincha del Coritiba, dijo que en los últimos años evitaba el estadio por episodios de violencia y acoso. Con un partido sólo para mujeres y niños, se sintió segura y dijo que había tenido la mejor experiencia hasta ahora en un estadio de fútbol.

«Durante el partido, los tambores dirigidos por las mujeres aficionadas, incansables voces femeninas cantando durante todo el partido. Un ambiente ligero y festivo. El sentimiento de pertenencia, de que formamos parte del equipo al que amamos», afirmó.

Otra aficionada del Coritiba, la psicóloga Pamela Fernanda Venancio da Silva, dijo que se sentía libre para animar y vestirse como quisiera, sin preocuparse por el acoso o el juicio del público, normalmente dominado por hombres.

«Mirabas a un lado y veías a una compañera de afición tan feliz y tan libre de animar como tú, madres que amamantaban a sus hijos con tranquilidad», afirmó. «También fue un momento para que las mujeres mostraran su fuerza y que el estadio de fútbol también es nuestro espacio», dijo.

Jennifer Sarcedote, estudiante de Psicología y seguidora del Atlético, dijo que la presencia sólo de mujeres y niños le hizo sentirse más cómoda yendo al estadio en pantalón corto, algo que había evitado para no ser acosada por los hombres.

«El fútbol es bonito, animar es bonito, pero si tuviéramos esa tranquilidad y respeto en todos los partidos, sería perfecto, porque el lugar de la mujer también está en el estadio. Las mujeres también aman el fútbol y merecen respeto», afirmó.

Madres e hijas unidas por el amor al fútbol

Madres e hijas también disfrutaron juntas de los históricos partidos. La enfermera Stefany Santos, aficionada del Atlético, acudió al estadio con su madre, que hacía casi 20 años que no asistía a un partido. «Le encantó la energía, se emocionó y dijo que volvería para otros partidos», afirmó.

La abogada Fernanda Luiza de Oliveira, gran aficionada del Atlético, siempre va a los partidos con su padre. Esta vez, pudo compartir su amor por el equipo con su madre y dijo que fue una experiencia única que siempre recordará.

«Tuve el placer de compartir con mi madre el amor que siempre compartí con mi padre. Y compartirlo con quien siempre entendió y alentó ese amor fue tan especial», dijo Oliveira.

«Es increíble dejar que alguien a quien quieres forme parte de tu mundo, y el sábado fue especial no sólo para mí, sino para todos los que pudieron compartir un poco de esa pasión con madres, abuelas, hermanas, sobrinas y demás».

La periodista Talita Lima, que no iba al estadio desde 2015, aprovechó la ocasión para llevar a su hija a un partido por primera vez.

«Para mi hija fue aún más especial. La experiencia de estar solo con mujeres, sin acoso y en un espacio seguro, fue única. Hacía tiempo que no sentía el fútbol de esta manera».

El sexismo sigue siendo fuerte en el fútbol brasileño

El fútbol es, con diferencia, el deporte más popular entre los brasileños, pero para las mujeres, ir a los estadios a ver un partido puede estar plagado de acoso, insinuaciones sexuales no deseadas y cosas peores. Una encuesta realizada entre los visitantes del estadio Mineirão de Belo Horizonte, uno de los más grandes del país, reveló que al menos el 55% de las mujeres han sufrido o presenciado actos de acoso sexual en los partidos.

Otra encuesta realizada por el Foro Brasileño de Seguridad Pública, asociación que recoge información sobre delitos en el país, mostró que, en los días de partido de fútbol, el número de amenazas contra mujeres aumentó 23,7% y el de agresiones físicas intencionadas contra mujeres 20,8%.

Según el foro, el aumento de la violencia contra las mujeres está relacionado con los valores del patriarcado que siguen muy presentes en el país, «y el juego del fútbol puede actuar como una especie de catalizador, vigorizando los valores de la masculinidad y la forma en que ciertos hombres se ven a sí mismos dentro de una estructura de poder sexista».

Por Tabata Viapiana en BrazilReports


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