La pandemia del coronavirus ha sacudido toda la estructura deportiva y ha ocasionado un giro inesperado en la planificación en el ámbito de competencias de los clubes, hasta el punto de que el próximo verano se presenta como un período en el que podrían decidirse los principales títulos a escala nacional e internacional.
Una de las consecuencias de este nuevo escenario será el mercado de fichajes. Y ahí es donde el PSG puede convertirse en el gran beneficiado.
Coronavirus implacable en la transacción
Este hecho, informa L’Equipe, hace que la hipotética salida de Neymar o Mbappé en los próximos meses se antoje poco menos que imposible. La organización da fechas que, al día de hoy, toma más fuerza la que apunta a la disputa del final de los torneos domésticos y la fase final de la Champions durante los meses de junio y julio, puede que incluso agosto.
De ahí que en el PSG estén convencidos, siempre según el diario francés, de la continuidad de sus dos grandes estrellas. En el caso de Mbappé, el entorno de Nasser al-helaifi asegura que el presidente del club parisino nunca ha estado por la labor de desprenderse de su máxima figura, y el próximo verano no será una excepción.
Caso Neymar
En el caso de Neymar, las posibilidades aumentan aunque siguen siendo remotas. Fuentes cercanas al jugador aseguran al medio galo que el jugador no se plantea ahora mismo su regreso al Barsa, pero tampoco renovar su contrato.
Neymar entra ahora en una fase de su relación contractual en la que puede rescindir su compromiso de manera unilateral, siempre y cuando pague una compensación cercana a los 180 millones de euros, según el reglamento de la FIFA. O lo que es lo mismo, si el PSG no negocia, el equipo que pretende fichar al brasileño deberá abonar esa cantidad.
El Barcelona, a la espera
Una cifra que el Barsa ya rechazó abonar el pasado verano, con una situación económica más desahogada que la que se le presenta en los próximos meses, con una plantilla reduciendo su sueldo de manera considerable y un club con poco margen económico, a la espera del desenlace de unas competencias debido al coronavirus, ahora mismo, sin fecha de caducidad.