El entrenador argentino Diego Pablo «Cholo» Simeone (Buenos Aires, Argentina, 1970) cumple este martes 50 años de edad.
Medio siglo de trayectoria del ‘Cholo’ vividos siempre con el balón en el centro, la pasión, la competitividad y los éxitos, especialmente en los últimos ocho años con el Atlético de Madrid.
Cinco décadas «partido a partido» en las que el ‘Cholo’ defendió las camisetas de Vélez Sarsfield, Pisa, Sevilla, Atlético, Inter de Milán, Lazio, Racing de Avellaneda y la selección argentina.
La carrera del Cholo
En 2006 la ‘Academia’ le invitó a cambiar el césped por el banquillo, una carrera que le llevó desde Racing a Estudiantes de La Plata, River Plate, San Lorenzo de Almagro, Catania y Atlético de Madrid.
Una celebración que el técnico del Atlético vive en una circunstancia extraña: confinado como gran parte de la población en España.
El Cholo aprovecha el tiempo con la familia -su mujer, sus dos hijas y el menor de sus hijos- y suple la falta de entrenamientos y partidos con herramientas digitales para dar sesiones individualizadas a los jugadores y analizar aspectos del juego.
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El «atrapapelotas» que pensaba como jugador
«No tengo memoria de mí mismo sin una pelota de fútbol», recuerda el propio Simeone en el libro autobiográfico ‘Creer’ (2016). Criado en el barrio porteño de Palermo, en una familia con raíces napolitanas, Diego disfrutaba colocando a las figuras infantiles de indios y vaqueros en un once contra once futbolístico.
La cantera de Vélez Sarsfield, uno de los grandes de la capital argentina, ubicado en el borde oeste de la ciudad, fue la que pulió al joven Diego, que llevaba inscrito el carácter competitivo desde la infancia: a los 12 años de edad, siendo recogepelotas en un Vélez-Boca Juniors, fue expulsado por el árbitro por devolver el balón rápido con el objetivo de que el ‘Fortín’ tratara de remontar un 1-1.
«Entonces yo no estaba alcanzando pelotas, sino jugando al fútbol. Pensaba como futbolista, no como alcanzapelotas», explicó después Simeone sobre una anécdota que le marcó hasta la actualidad. No es raro ver al hoy técnico del Atlético apremiando o pidiendo calma a los recogepelotas según las necesidades del equipo.
Debutó con Vélez a los 17 años de edad, contra Gimnasia y Esgrima de La Plata. Ya para entonces era ‘Cholo’, apelativo heredado del ex defensor de Vélez y Boca en los 60 Carmelo Simeone, con quien no guarda relación familiar. Se lo puso Óscar Nessi, uno de sus entrenadores de formación. Jugó tres temporadas en el ‘Fortín’, que le permitieron ser internacional con Argentina.
El salto a Europa del Cholo
Pisa fue el primer destino europeo de Simeone, que jugó dos temporadas en el equipo italiano, la primera en la Serie A y la segunda en la Serie B tras descender, antes de partir a España para formar parte del Sevilla que dirigía su compatriota Carlos Bilardo, y que había logrado el fichaje de otro Diego: ‘el Diego’ Armando Maradona, aterrizado en Nervión tras cumplir una sanción por dopaje.
La etapa sevillista permitió a Simeone hacerse definitivamente con un nombre en el fútbol español, lo que supuso que el Atlético de Madrid abonara 450 millones de pesetas de la época (unos 2,7 millones de euros) para traerle a sus filas. Para entonces había ganado ya dos Copas América con Argentina, en 1991 y en 1993.
Ídolo del Atlético del doblete
No era fácil el tormentoso Atlético de aquella época -presidido por Jesús Gil y Gil, Simeone tuvo cuatro entrenadores en su primera temporada: el colombiano Francisco ‘Pacho’ Maturana, los argentinos Roberto D’Alessandro y Alfio ‘Coco’ Basile, y el español Carlos Sánchez Aguiar-, pero el ‘Cholo’ se estabilizó en su primer año, para convertirse en uno de los jugadores clave del equipo que el año siguiente transformó el serbio Radomir Antic.
De la mano de Antic, Simeone protagonizó en la campaña 1995-96 el año más goleador de su carrera (12 tantos partiendo desde la parte izquierda del centro del campo) en el equipo que ganó el ‘Doblete’ de Liga y Copa del Rey, un hito para la historia de la entidad.
Ese mismo año, logró con Argentina la medalla de plata olímpica en Atlanta 1996, en una selección plagada de futuras estrellas a la que solo fue capaz de detener el equipo de las ‘Águilas Verdes’ nigeriano. Al año siguiente, llegaría con el Atlético a cuartos de final de la Liga de Campeones, cayó contra el Ajax de Ámsterdam.
Retorno a Italia y los éxitos europeos
Italia volvió a llamar a su puerta dos años después del ‘Doblete’, cuando el poderoso Inter de Milán de la época, que contaba con el brasileño Ronaldo Nazario y el chileno Iván Zamorano como delanteros, reclamó sus servicios. Con los ‘neroazzurri’ logró su primer título continental, la Copa de la UEFA, ganada en una final íntegramente italiana al Lazio romano, su siguiente equipo.
En el Lazio sumó una Supercopa Europea y un ‘triplete’ de Liga, Copa y Supercopa italiana en el año 2000, durante una trayectoria de cuatro temporadas en el conjunto celeste que compartió con compatriotas como Juan Sebastián ‘Brujita’ Verón y Matías Almeyda.
Retornó al Atlético en el verano de 2003 para reforzar un equipo que tenía muy reciente el paso por el ‘infierno’ de la Segunda División, donde coincidió con Fernando Torres, entonces ídolo emergente del club, al que años después tendría a su servicio como entrenador. En la primera temporada tuvo protagonismo, no tanto en la segunda, así que en diciembre de 2004 regresó a Argentina.
Racing, del césped al banco
Lo hizo al Racing de Avellaneda, el club del que había sido hincha, según dijo a su llegada a la ‘Academia’. Jugó poco más de un año de celeste y blanco, para cambiar el césped por el banquillo en un momento de necesidad de la entidad.
«El equipo estaba jodido, muy mal. Me lo habían ofrecido dos veces y había dicho que no porque me veía bien para jugar», recordó después. Perdió los tres primeros partidos, pero consiguió salvar la categoría.
Fue Estudiantes de La Plata quien le reclamó a continuación, al que consiguió hacer campeón del Apertura 2006 después de dos décadas sin títulos. Un año después recaló en River Plate, con el que celebró el Clausura 2008.
En San Lorenzo de Almagro no le acompañaron los resultados y optó por tener su primera experiencia europea como técnico, en el Catania italiano, al que salvó del descenso. Tras su debut italiano, volvió a recibir la llamada del Racing de Avellaneda, al que hizo subcampeón del Apertura 2011.
De vuelta al Atlético
En diciembre de 2011 volvió a decir adiós a la ‘Academia’ mientras se gestaba su retorno al Atlético de Madrid, que vivía momentos de zozobra, eliminado de la Copa del Rey por un Segunda ‘B’ (Albacete) y en tierra de nadie en la Liga. El cambio fue radical: en cinco meses ganó su primer título, la Liga Europa de 2012 al Athletic de Bilbao en Budapest.
Así comenzó el actual ciclo exitoso del ‘Cholo’ en el Atlético, que continuaría a la siguiente temporada con la Supercopa Europea y le sumaría ese mismo curso la Copa del Rey del año 2013, lograda en el Santiago Bernabéu y contra el eterno rival, el Real Madrid.
«Partido a partido»
El Simeone entrenador implantó en la entidad rojiblanca una letanía, la de ir «partido a partido», que marcó la temporada 2013-14, cuando logró el primer título liguero de la entidad desde el ‘Doblete’ del 96, un campeonato certificado de manera agónica con un empate 1-1 contra el Barcelona en el Camp Nou.
Ese también fue el año de la primera de las dos finales de Liga de Campeones perdidas por el técnico rojiblanco -Lisboa 2014 y Milán 2016-, ambas contra el Real Madrid, la primera en la prórroga y la segunda por los penaltis, en un ciclo en el que no obstante festejó una Supercopa de España (2015), una Liga Europa (2018) y una Supercopa Europea (2018), esta última lograda ante el rival blanco.
Cumplir 50 años de edad «en transición»
Simeone cumple 50 años de edad en una temporada que él mismo denominó en varias ocasiones como «de transición», tras la salida de jugadores muy importantes del Atlético como el francés Antoine Griezmann.
Tras la detención de la temporada por la pandemia de coronavirus, el club rojiblanco es sexto en LaLiga Santander (lo que le podría dejar fuera de Champions si no se reanuda el torneo) y a la vez está clasificado para los cuartos de final de la máxima competencia europea tras derrotar al Liverpool, vigente campeón, en el último duelo antes del confinamiento (2-3 en Anfield Road).
Muchos desafíos por delante
El entrenador argentino festejará sus 50 años de edad con muchos desafíos por delante: cobrar la deuda que la Liga de Campeones tiene con él y el Atlético, entrenar a algún club de primer nivel italiano (nunca ha negado su cariño al Inter de Milán) o dirigir a la selección argentina, están en su horizonte al medio plazo.
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