Los últimos días no han sido los más felices para el Barcelona. Una derrota en liga con el Levante (3-1) dejó quejas por el mal juego, declaraciones en contra de su DT, sugerencias de otros técnicos, y ahora, como si fuera poco, los blaugrana empataron en Champions contra el Praga mostrando poco en su accionar.
La actuación de este martes en el certamen europeo mostró en su inicio a un equipo culé con ganas de querer finiquitar el compromiso lo más rápido posible.
Nelson Semedo pudo abrir el marcador tempranamente, al minuto 11’, tras una jugada en la que apiló a varios rivales, pero el guardameta Ondrej Kolar evitó la caída en su arco.
El conjunto visitante logró asentarse en el campo y entorpecer la metodología con la que los blaugrana intentaban inaugurar el marcador, tanto así que la otra acción peligrosa en la escuadra de Kolar se vio al 35’, cuando Messi estrelló su disparo en el travesaño.
En el epílogo de la primera mitad los azulgrana pudieron terminar con ventaja en la pizarra, pero el guardameta del Praga siguió marcando su actuación de oro en el compromiso y evitó goles del mismo Messi y Gerard Piqué.
Muro Checo
El segundo acto en el partido siguió la misma tónica. Un conjunto de Ernesto Valverde con muchas dudas en su accionar y haciendo figura, en las pocas ocasiones que generó, al portero Ondrej Kolar.
La escuadra catalana se estrelló una y otra vez con las intervenciones soberbias del checo, quien azuzó remates de Sergi Roberto y de Messi.
El VAR fue esta vez aliado del Barcelona. En las veces que apareció en el partido de forma determinante, canceló un gol a los locales por fuera de juego, y en las postrimerías del compromiso desestimó un penal contra Arturo Vidal.
Con este resultado la escuadra de Camp Nou llegó a ocho puntos en el grupo y sumó una unidad que la ayuda en sus aspiraciones de pasar de ronda. Sin embargo, en lo futbolístico son más sombras que luces.