Lo miraban con indiferencia y casi nadie apostaba por él, pero a pulso Ecuador dejó de ser el patito feo de Suramérica y se transformó en un cisne que exige respeto en el Mundial de Qatar 2022.
«Esto de que éramos una selección débil, de que no teníamos confianza. Además de que éramos una selección de jugadores jóvenes sin experiencia, no solo lo creíamos aquí sino afuera», dice a la AFP Alfonso Laso, periodista de la radio deportiva La Red de Quito.
El analista recuerda las horas bajas de Ecuador, que se perdió el torneo de Rusia 2018 y antes del inicio de la clasificatoria a Qatar atravesó una tormenta de malos resultados y cambios.
Sin embargo, la llegada del argentino Gustavo Alfaro le cambió el rostro a la tricolor, que empezó a dar muestras de buena salud cuando se impuso 4-2 sobre Uruguay. Luego, goleó 6-1 a Colombia en las primeras jornadas de las eliminatorias. El resto es historia.
En ese momento «la selección pasó de ser a la que le veían por sobre el hombro, porque estaba llena de chicos, a ser una selección fuerte. Esta selección terminó haciendo muy buenos partidos y consiguiendo muy buenos resultados fuera de Quito», destaca Laso.
Mucho por ganar, poco que perder
Con miras al duelo inaugural con el anfitrión Qatar el 20 de noviembre, Ecuador tiene «objetivos muy claros», según el exjugador y exdirector técnico Polo Carrera.
«Sabe que el primer partido va a ser muy importante porque de eso dependerá su posible clasificación. Será importante para tener un colchón para los dos partidos que restan» en la primera ronda, comenta a la AFP Carrera.
Ecuador integra el Grupo A también con Senegal y Países Bajos, que son considerados sus rivales más fuertes.
Sin ser el favorito de Suramérica, el combinado ecuatoriano -con un promedio de edad de 27 años y figuras poco conocidas- está en condiciones de dar una agradable sorpresa en el Mundial.
«Es una selección que no da tregua, es una selección que juega frontalmente, tiene velocidad, tiene potencia y tiene esa juventud. Tiene más cosas que ganar que de perder», añade Carrera.
Jóvenes jugadores que militan en equipos europeos como los defensas Piero Hincapié y Pervis Estupiñán o el volante Moisés Caicedo dan muestra del potencial de Ecuador. Lo propio hace el legionario Enner Valencia, que pese a que no pudo conectar goles en los últimos amistosos, está marcando en su equipo Fenerbahce turco.
«A favor (de Ecuador) está el muy buen momento de la mayoría de los chicos. En los partidos amistosos últimos lo que nos faltó fue gol, pero en general fueron buenos partidos», opina Laso.
Luego de obtener el cuarto y último boleto mundialista de Suramérica, en junio derrotó a Cabo Verde y Nigeria (a ambos 1-0) y empató con México (0-0) en canchas estadounidenses. En setiembre igualó con Arabia Saudita (0-0) en España y con Japón (0-0) en Alemania.
Arma de doble filo
La falta de definición no le quita del todo el sueño a Carrera, quien señala que la ausencia de delanteros con chispa se suple con volantes que transitan sin problemas por diversos sectores.
Ecuador «tiene fortaleza en la mitad de la cancha, donde tiene jugadores que saben marcar, se desdoblan y el gol llegará con el sentido de colaboración, de conjunto», afirma el exDT.
Carrera es optimista. Los jugadores «van a enfrentar de igual a igual» a los equipos que tengan en frente como ya lo hicieron en la clasificatoria, en la que en 14 de las 18 fechas se mantuvieron en el tercer lugar.
«Tiene un técnico que tiene buen verso. Me parece que la motivación es importante también y ha logrado juntar una familia», señala.
En cuanto al aspecto físico, los tricolores estarán a la par de sus competidores, por lo que será «el talento lo que tendrá que marcar diferencia y creo que tenemos jugadores de mucho talento», remata Laso.
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