El garrochista sueco Armand Duplantis afirmó que batir el récord del mundo para ganar el oro en unos Juegos Olímpicos era «el sueño que tenía de niño» y que este lunes pudo cumplir en París.
«¿Qué puedo decir? He roto el récord del mundo en unos Juegos Olímpicos, es lo máximo para un garrochista. Batir el récord del mundo en unos Juegos Olímpicos es el sueño que tenía de niño. Fui capaz de conseguirlo ante la mayor multitud de gente frente a la que he competido», celebró el héroe del día.
En una jornada llena de emociones, Duplantis reconoció que será inolvidable para él poder competir en un Estadio de Francia lleno, con sus padres y su novia en la grada, y los reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, en el palco.
Después de su victoria, Duplantis festejó dando la vuelta al estadio mientras sonaba «Dancing Queen«, del grupo musical Abba, emblema nacional del país escandinavo.
«Intenté mantener la mente lo más despejada posible, todo lo que podía», dijo Duplantis.
«La multitud era una locura. Había mucho ruido, sonaba como si fuera un partido de football americano. Tengo algo de experiencia estando en un estadio con capacidad para 100.000 personas, pero ahí yo no era el centro de atención», relató.
El pasado de Duplantis
Todo ello en contraste con cómo fueron sus anteriores Juegos Olímpicos, hace tres años en Tokio, cuando se coronó ante un estadio vacío de público por las medidas contra la pandemia del covid-19.
«Intenté hoy canalizar la energía que todo el mundo me estaba dando. ¡Y era mucha! Lo he conseguido», celebró.
Duplantis celebró haber decidido, una vez asegurado su segundo oro olímpico, atacar la barra de 6,25 metros para buscar el récord del mundo.
«Fue la decisión correcta», sonrió. «Sentía que no tenía nada que perder. Ahora soy un hombre feliz, no tengo palabras para describirlo«, sentenció.
Después de cumplir la misión, Duplantis siente que el esfuerzo de los últimos meses ha dado su fruto.
«Tengo la sensación de haber estado encerrado en una cueva estos últimos tres meses, no he hecho nada, he llevado una dieta súper aburrida (…) pero ha merecido la pena, sin duda», festejó