Se acabó la novela que envolvió a Don Mattingly desde inicio de la temporada. Derek Jeter, presidente ejecutivo del conjunto, anunció su extensión por dos zafras más con el conjunto de los Marlins de Miami.
Mattingly estaba en la silla caliente por el fracaso que tuvo con los Marlins en 2017 y en la renovación que realizó Jeter en 2018, todo lo negativo recayó en las manos del timotel.
Periodistas de la ciudad y aficionados alegaban que la llegada de Jorge Posada, que funge como asesor especial de los Marlins, era para asumir el mando luego que finalizara el contrato de Mattingly.
La novena de Miami está nadando contra la corriente. No han podido volver a la senda de la victoria y la última vez que ganaron un título de Serie Mundial fue en 2003.
Jeter del campo a la gerencia
Si bien es conocido, el que fue campocorto de los Yanquis de Nueva York relucía con su desplazamiento al hueco entre tercera y “short”, su manera de llevar una organización es algo similar.
El primer mando que realizó no fue otro que salir de los contratos grandes, los cuales lo poseían los peloteros de grandes nombres.
Giancarlo Stanton tenía un contrato de 300 millones de dólares, algo que para Jeter era inaudito debido a que un equipo que no está ganando podría invertir esa plata en jugadores que contribuyan de todas las formas.
Stanton llegó a los Yanquis en 2018, luego que en 2017 ganó el MVP de la Liga Nacional en la mejor temporada de su carrera.
Christian Yelich también salió de los peces en 2017, mismo año que ganó el MVP, por lo que el nuevo presidente ejecutivo tuvo muchas críticas por los aficionados.
Marcell Ozuna fue otro de los peloteros que se despidió de la novena. Es decir, el segundo, tercero y cuarto bate de los Marlins quedaron desocupados.
El 2020 será un año en el que tendrán que mostrar mucho más de lo que hasta ahora enseñan. Los aficionados los están castigando y el estadio noche tras noche dejan los puestos vacios, convirtiendo el Marlins Park en el parque con menos asistencias de la MLB.