El presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graët, dimitió este martes envuelto en una serie de escándalos, en particular por acusaciones de acoso sexual. Las acusaciones en su contra hicieron insostenible su mantenimiento, aunque seguirá en el mundo del fútbol como director de la oficina de la FIFA en Francia.
La dimisión de Le Graët, que tiene 81 años y llevaba once en el cargo, se oficializó durante una reunión del comité ejecutivo de la FFF en París.
En un comunicado, la federación indicó que con carácter interino, será el vicepresidente, Philippe Diallo, el que estará a las riendas de la FFF hasta la próxima asamblea federal el 10 de junio.
Le Graët llegó al puesto «en razón de sus competencia y su experiencia«, indicó a L’Equipe un miembro del Comité Ejecutivo de la FFF, Éric Borghini.
El presidente quedó apartado de sus responsabilidades al frente de la federación francesa de fútbol desde el último 11 de enero por fuertes presiones en su contra. El elemento desencadenante entonces fue una entrevista a una emisora de radio en la que se mofó de Zinedine Zidane.
Además, el día 30 se publicó un informe de inspección encargado por el Ministerio de Deportes sobre la gestión en la FFF en el que se denunciaba un «ambiente sexista y violento», así como otras «disfunciones» y, sobre todo, se insistía en que Le Graët dejó que la situación empeorara.
La conclusión de los redactores de ese documento es que ya no tenía «la legitimidad necesaria para administrar y representar al fútbol francés». Entre otras cosas por «una actitud problemática» hacia las mujeres que «puede calificarse como mínimo de sexista».
Gestión exitosa
Pese a todo, en su comunicado la FFF respalda «el destacable balance deportivo y económico de Noël Le Graët». Recuerda, en particular que desde su elección el 18 de junio de 2011, las selecciones masculinas y femeninas ganaron 11 títulos y además disputaron 6 finales de torneos internacionales.
«Esos excelentes resultados se explican en particular por una política ambiciosa en materia de formación», que se considera «una de las mejores del mundo», subraya la federación. La institución pone el acento en que la práctica del fútbol femenino progresó «de forma significativa», con 206.000 fichas ahora, cuando había menos de 90.000 en 2011-2012.
En el terreno económico, indica que las buenas cifras obtenidas permitieron duplicar las ayudas al fútbol aficionado, que llegó esta temporada a un récord histórico de 104 millones de euros.
La FFF se queja del contenido de la auditoría encargada por el Ministerio al afirmar que «se basa menos en hechos objetivos que en apreciaciones». Eso condujo en algunos casos a su «denigración desproporcinada».
En esa línea, lamenta que no hubiera «un procedimiento contradictorio real» que hubiera permitido tener en cuenta sus observaciones sobre la gobernanza de la institución o sobre la violencia sexista y sexual.
A ese último respecto, la federación reafirma su «compromiso fuerte contra la violencia sexista y sexual» que «era y sigue siendo prioritario».