Una carta con remite en China le dio la primera pista. Decenas de mensajes en la bandeja de entrada de su cuenta de Instagram reafirmaron la sospecha. Asia emerge como un mercado por conquistar para las futbolistas y Deyna Castellanos es una que quiere liderar esa carrera.
Recién llegada, a sus 21 años de edad, al mundo profesional, la joven de Maracay ya se mueve en el top-10 del ránking de alcance digital. Junto a ella, algunas de las grandes estrellas del fútbol en el mundo, como las estadounidenses Alex Morgan y Megan Rapinoe.
Ambas encabezan la tabla pero, a diferencia de Deyna Castellanos, encaran la fase final de su trayectoria deportiva. La venezolana tiene al menos una década para seguir desarrollando su talento y ver cómo su número de seguidores crece en paralelo. Tiene ya 2,8 millones, muy cerca de la campeona del mundo Carli Lloyd o de la brasileña Marta Vieira, un icono del fútbol, gran ídolo para la última generación.
«La realidad es que a todas ellas esta exposición no les va a durar mucho más, a lo sumo tres o cuatro años. Yo estoy convencido de que dentro de poco va a ser Deyna la futbolista que lidere esas tablas», augura Guillermo Zamarripa, el agente de la atacante del Atlético de Madrid.
Deyna Castellanos se convertirá dentro de poco en la primera futbolista con presencia en las redes sociales chinas. Las plataformas Weibo y Douyin serán las puertas de entrada para que Queen Deyna siga creciendo, como personalidad y como marca.
«Hemos detectado que ahí hay un mercado y no vamos a esperar a que Deyna sea la mejor del mundo para cultivarlo. Ya estamos invirtiendo en construir una estructura, después de haber hecho un análisis económico y de audiencias. No hay, actualmente, una futbolista que esté conquistando ese espacio y creemos que Deyna puede ser esa gran figura. Su nombre se busca ya en las plataformas chinas y el reto es hablarle directamente a ese mercado. Es un reto enorme, que nos motiva en este 2021», subraya en declaraciones a EFE el socio fundador de The Marketing Jersey.
Él es quien promueve, desde hace seis años, la carrera de Deyna Castellanos. Conectaron para la tramitación de su beca universitaria en Estados Unidos, cuando ella tenía apenas 16 años, y permaneció a su lado durante su etapa en Florida State University.
Aunque el sistema colegial le impidió incorporarla a su nómina de futbolistas representadas, durante esos cuatro años The Marketing Jersey fue construyendo la estructura necesaria para preparar su salto al fútbol profesional.
Así, desde su primer día como jugadora del Atlético de Madrid, Deyna Castellanos ya contaba a su alrededor con un equipo de trabajo.
«Hacemos lo que otras agencias no hacen: invertir sin recibir retorno a corto plazo, siendo conscientes de que el momento del fútbol femenino es especial y único. Estamos en una posición privilegiada para empujarlo y desarrollarlo desde dentro», señala Guillermo Zamarripa.
«A mí me gustaría algún día poder sentarme frente al televisor y poder decir: ‘yo formé parte de que el fútbol femenino creciera y fuera diferente’. Llegar a igualar al fútbol masculino es difícil, pero es mi motivación y mi sueño día a día», agrega Sonia López, responsable del área comercial y de comunicación.
Desde su posición, ella asiste a «esta época ‘super cool’ de empoderamiento femenino, en la que las marcas están buscando la figura de una mujer empoderada». «Con Deyna llevamos años trabajando para que estuviese preparada para un momento como el actual, si bien la naturaleza de ella es la de una estrella mundial», subraya.
Cuando Sonia López comenzó a trabajar la imagen de Deyna Castellanos en el entorno digital, la futbolista venezolana tenía ya medio millón de seguidores.
«Ahora parecen pocos, pero ya eran bastantes. Ella ya hacía cosas por sí misma. Es trabajadora, es profesional y confía mucho en las personas que tiene a su alrededor cuando le aconsejamos postear más seguido, limpiar el contenido o entender las estadísticas y los horarios que son mejores para publicar. Por ejemplo, cuando veo que sube muchas fotos de fútbol, le puedo recomendar algo más lifestyle y ella lo hace. Otra de las ventajas de Deyna es que le gusta interactuar con la gente y es natural», profundiza.
La psicóloga deportiva Alejandra Blasco también conforma el núcleo más cercano de la jugadora colchonera. Venezolana, como Deyna, empezó a trabajar con la selección vinotinto en 2014, tras el Mundial sub-17 de Costa Rica.
«Con Dey, específicamente, trabajo desde 2015. Ese año fue mi primer módulo con una selección que llenó estadios en Venezuela y que ganó el Suramericano sub-17 con su famoso gol ante Brasil», recuerda.
«Mi rol fue apoyarlas, escucharlas y enseñarles a ser profesionales. Eran jugadoras que necesitaban aprender a comer, ser puntuales, aseadas, tener bien el uniforme, aprender a comunicarse entre ellas, manejar su ego. Por edad, estaban en ese proceso. Fue difícil, porque el núcleo de la selección no siempre fue el ideal para que ellas crecieran, pero me quedo con el hecho de que han ido a equipos profesionales. Ahora muchas me dicen: ‘Ale, aquí me dicen lo mismo que tú me decías hace cinco años», manifiesta.
Por su perfil de mujeres jóvenes, vanguardistas y formadas, Sonia López siente que la industria del fútbol ha sido prejuiciosa con Alejandra Blasco y con ella.
«Esa es otra barrera que hemos tenido que romper. Creo que no todo se tiene que hacer como siempre se hizo y, aunque no tengo nada en contra de la figura empresarial del hombre, creo que las mujeres jóvenes también podemos tener nuestro espacio en la industria. Ser diferente es positivo y suma», sostiene Sonia López. Siente, de hecho, que la gestión de la imagen y la carrera de Deyna Castellanos aprueba su valía.
La futbolista tiene un gran talento dentro de la cancha, convive con naturalidad ante las cámaras y con su apoyo se ha convertido en una estrella, reclamo de marcas como Nike e instituciones como Conmebol y FIFA.
En el pasado Mundial de Rusia 2018, Deyna Castellanos produjo 80 piezas audiovisuales para FIFA TV, concedió 27 entrevistas a la prensa global y acumuló en el marco digital 40 millones de impresiones.
«A mí me encanta trabajar para una institución como FIFA desde un ámbito diferente al que estamos acostumbrados, que es jugar al fútbol. Me parece maravilloso poder estar en reuniones y participar en iniciativas de FIFA Foundation. Por otra parte, estar en la parte de desarrollo de Conmebol me da ilusión. Quiero que todo sea mejor para las generaciones que vienen detrás, que no pasen por cosas que pasamos nosotras, que no jueguen en una cancha mala sino en una cancha decente, y que se den cuenta a corta edad de que el fútbol les puede cambiar la vida, darles oportunidades y abrirles muchas puertas. En algún momento yo fui todos esos niños que están ahí, solo que yo supe aprovecharlo gracias a que en algún momento fueron generaciones mayores a la mía las que lo dejaron más simple para mí», dice la futbolista.
¿Es fácil ser Deyna Castellanos?
Con naturalidad aceptó el boom que se formó alrededor de ella tras convertirse en la jugadora más destacada del mundo en el ámbito juvenil. Pasó a ser habitual su presencia en actos de patrocinadores o en entregas de premios.
«A veces se puede sentir abrumada por ser Deyna Castellanos, pero todo lo que tiene que ver con ser Deyna Castellanos le gusta», apunta su psicóloga.
«Le gusta estar en Europa, jugar a este nivel, hacer un contrato publicitario, ayudar a su familia con ese dinero que le está entrando, poder hacer actos sociales. Con todo ello viene la presión y la expectativa, pero lo maneja bastante bien. El ruido de fuera es algo y lo de dentro es otra cosa. Nos enfocamos más en lo que dice su entrenador que en lo que pueden decir otras personas en las redes sociales», explica.
El fútbol, en efecto, es el principal foco.
«Tengo ya más de seis años trabajando con Dey y, con base en esa experiencia, la veo conquistando el fútbol en el mundo. La veo de regreso a la gala del premio The Best. Veremos si los resultados del equipo la acompañan», desea Guillermo Zamarripa.
Esa preocupación de llevar a las futbolistas al equipo o país idóneo para su desarrollo es, precisamente, una de las grandes obsesiones de The Marketing Jersey.
«En el fútbol femenino, al menos de momento, no puedes marcar la diferencia con un contrato de 3 millones de euros. Sí puedes desarrollar el talento que tienes entre manos, apostar por la cercanía y ayudar con oportunidades de patrocinio y de comunicación. Eso es lo que hacemos con nuestras representadas, en el mercado latinoamericano y europeo, al tiempo que empezamos a crecer en el mercado masculino», cuenta el cofundador de la agencia, Óscar González.
Además de Deyna Castellanos, en su cartera están también Kiana Palacios, Kenti Robles, Charlyn Corral, Pamela Tajonar, Samara y Malena Ortiz y Nuria Rábano, en España; algunas de las mejores jugadoras de la liga mexicana, como Jocelyn Orejel, Norma Palafox, María Sánchez o Renata Masciarelli; o Cecilia Santiago, guardameta del PSV Eindhoven, en Países Bajos.
«Todas ellas se benefician de la estructura que The Marketing Jersey creó con Deyna. Por su faceta extradeportiva, que es innata en ella, Deyna nos exige como agencia estar por encima de ella para que pueda seguir creciendo. Y de estas relaciones con marcas, con medios de comunicación o con otras empresas se benefician todas las demás jugadoras. El hecho de tener a Deyna, por ejemplo, nos permite mandarles botas a las jugadoras por la relación que tenemos con Nike», explica.
La marca deportiva detectó en Deyna Castellanos una chica que es distinta, opina Guillermo Zamarripa.
«Y se fija en ella a pesar de que su sueño absoluto no es ganar un Mundial de fútbol con Estados Unidos, sino llegar a un Mundial mayor con Venezuela. Ese sueño no está en nuestro control, pero podemos hacer cosas por influir y las estamos haciendo», explica.
«Deyna tiene a varias jugadoras becadas en Estados Unidos para que las chicas se desarrollen y se preparen, con la intención de que estén en el mejor lugar para cuando llegue el momento de hacer cosas con la selección. En un clasificatorio tienen que participar ellas y Deyna necesita un equipo. Ojalá pueda ocurrir en 2023, 2027 o 2031. Porque no nos olvidamos de que tiene 21 años y apenas está empezando su carrera», añade.
«Sabemos que es muchísimo lo que Deyna puede hacer, y eso es una gran responsabilidad para The Marketing Jersey. La presión es máxima hacia nosotros. Como agencia, tenemos que estar preparados, a la altura y con la estructura preparada para sustentar todo lo que pueda venir. Tiene todos los tangibles e intangibles para convertirse en la mejor jugadora del mundo, sin duda», augura.