Ocean Bay, un caballo purasangre y una de las grandes estrellas de las carreras hípicas en Venezuela, fue robado y descuartizado para ser consumido como alimento.
Los restos del animal aparecieron días después de ser robado de su cuadra en La Alegría.
«Estas son las cosas que te quitan el ánimo y las ganas de seguir trabajando por un futuro mejor. Van a secuestrar un animal indefenso para comérselo, dónde queda la humanidad en Venezuela, el sentido común y el respeto por lo ajeno. Esta Venezuela no es la misma en la que me crié», señaló su entrenador en Twitter, Ramón García Mosquera.
Ocean Bay se había convertido en uno de los caballos que más atracción había logrado en los últimos años.
Era hijo de otro purasangre de carreras, Golden Spikes, que en 2016 se quedó muy cerca de ganar la prestigiosa Triple Corona del turf, pero se lesionó en la tercera prueba a falta de pocos metros.
Las lesiones fueron una carga para él, y en 2018 tuvo que ser operado por la rotura de la rodilla trasera derecha, dejándole en el dique seco prácticamente un año. En 2019 había recuperado prácticamente su forma y arrancó muy bien la temporada, aunque finalmente se quedó más lejos de las victorias de lo que hubieran esperado.
La madre de Ocean Bay, Stellar Babe, también murió descuartizada para ser servida como alimento.