Dos africanos atraen miradas en la final del fútbol de Venezuela, este sábado, entre Caracas FC y Deportivo Táchira. Samson Akinyoola, beninés nacido en Nigeria, colecciona 18 goles y 6 asistencias en 33 partidos. Kwaku Osei Bonsu, ghanés, 7 y 8 en 31.
«Hemos estado trabajando muy duro para ganar el campeonato», dice a la AFP Akinyoola, un centrodelantero de corta estatura, pero macizo, que llegó esta temporada a Venezuela para sorprender en el fútbol, que le tiene a la cabeza de la lista de artilleros.
«Estoy listo», expresa Osei Bonsu, veloz extremo que completa su segunda campaña en el país.
La final medirá en el Estadio Olímpico de la UCV a los clubes con mejor palmarés en la escena local, protagonistas de su mayor clásico. El Caracas posee 12 campeonatos; el Táchira, 8.
Akinyoola y Osei Bonsu, ambos de 21 años de edad, fueron fundamentales en el camino de los capitalinos hacia la final, al integrar un productivo tridente ofensivo con Richard Celis, quien aportó 16 dianas.
«Fuerza, Samson. Velocidad, Bonsu», les define, con sencillez, el técnico del Caracas, el exseleccionador de la Vinotinto Noel ‘Chita’ Sanvicente, después de una sesión de entrenamientos con vistas al enfrentamiento con el Táchira del internacional panameño Freddy Góndola y los argentinos Lucas Gómez y Lucas Trejo.
Escala en Eslovaquia
Akinyoola y Osei Bonsu viajaron a Venezuela procedentes del FK Senica de Eslovaquia.
El propietario del Caracas, Philip Valentiner, tiene nexos con el Senica, por lo que el flujo de futbolistas entre estas instituciones es habitual en los últimos tiempos. Celis, por ejemplo, jugó en el club eslovaco un par de temporadas antes de sumarse a los Rojos del Ávila.
«Philip apostó. Tuvo una conversación conmigo: mira, tengo unos chamos. Yo le dije: tráelos y vemos», relata Sanvicente. «Han mejorado muchísimo y tienen una ganas enormes de seguir mejorando».
El entrenador recuerda que hubo escepticismo cuando decidió alinearlos en la Copa Libertadores.
«Me decían: cónchale, Chita, ¿qué pasó? Fallan muchos goles. Yo hablé entonces bien claro: lo importante es que están generando ocasiones».
Y los goles llegaron…
Akinyoola firmó un par de tantos en la Libertadores: «Es la Champions League en Suramérica, así que me sentí muy bien jugándola y exponiendo mi talento».
No es la primera vez que un jugador de África brilla en el Caracas, pues un ghanés, Ibrahim Salisú, marcó 50 goles y fue tetracampeón con el equipo capitalino en la década de 1990.
Un tercer africano, el nigeriano Abe Oguns, forma parte del actual plantel, pero está lesionado.
«Un padre»
Akinyoola y Osei Bonsu disfrutan el momento y agradecen a Sanvicente, calificándole, incluso, como «un padre».
«Él me dio mucha confianza y me empujó a ver qué podía hacer», comenta el beninés. «El es bueno, muy bueno, y a cada quien le da una oportunidad», asevera el ghanés.
«Se adaptaron muy bien, les doy muchos consejos, les digo que trabajen para que el día de mañana se vean en una liga élite», subraya Sanvicente.
«Quisiera ir a otro país (la próxima temporada), pero depende del Caracas y mi agente, sé que la decisión que se tome será buena para mi futuro», comenta Akinyoola.