Agricultores, la carta de Cuba en la Serie del Caribe, terminó este miércoles su participación en último lugar y con el recuerdo de la paliza 20-3 contra Venezuela, dejando en entredicho el actual nivel de un país histórico de este deporte.
La caída en picado de la novena dirigida por el veterano Carlos Martí aturdió a aficionados y especialistas por igual. Sin embargo, para no pocos fue la consumación de una profecía autocumplida.
«(El resultado) era esperado, pero quizás no su magnitud. Pero ciertamente se esperaba. Es el resultado de muchos años de mal trabajo», censura el periodista Daniel de Malas, CEO del medio especializado Swing Completo, en entrevista con EFE.
Agricultores fue producto de un experimento que la Federación Cubana de Beisbol (FCB) puso en marcha el año pasado: la Liga Élite, un torneo invernal que agrupó a los mejores peloteros de la Serie Nacional -el certamen local- y fusionó a equipos de distintas provincias.
El campeonato no logró conectar con la hinchada y las imágenes de los estadios vacíos fueron una constante, con la honrosa excepción de las finales.
Pese a ser el equipo campeón de una liga que, en teoría, tiene mejor nivel que el torneo local, Agricultores solo logró una victoria en sus siete encuentros: 3-1 contra Curazao.
Después perdió 3-1 con República Dominicana; 20-3 con Venezuela; 6-5 con México; 5-4 con Colombia; 4-3 con Puerto Rico y 10-4 con Panamá.
El papel del equipo desató la introspección entre los expertos y dejó en el aire una pregunta: ¿qué dice del nivel del béisbol en Cuba que el equipo ganador de un torneo élite no dé el ancho en la Serie del Caribe?
Reformas urgentes
Para el periodista Alejandro Rodríguez Cuervo, presentador de deportes en la televisión estatal, la Liga Élite es una buena idea pero a la que se le deben hacer reformas.
«El jugador cubano solo juega con cubanos, y muy pocos (tienen) experiencia en el extranjero (…) Hace falta que esa liga (Élite) sea intervenida de alguna manera para que económicamente pueda crecer. Incluso insertar peloteros de varias latitudes que le puedan dar mucha más calidad», apunta en entrevista telefónica con EFE.
Sin embargo, De Malas va más allá en este apunte y aseguró que hay un problema de fondo -sobre todo, sistemático- en la organización.
«Hay mucha política. (Esto) es un problema político, (la FCB) no tiene potestad para tomar decisiones», considera.
El CEO de Swing Completo recordó que, a diferencia de las otras ligas en la Serie del Caribe, la de Cuba no es 100% profesional y depende directamente del Gobierno.
«Ya son muchos años de ostracismo, de renegarse a abrirse al mundo. Se necesita que la FCB sea independiente y que se profesionalice de verdad«, agrega.
Rodríguez Cuervo no coincide del todo en este punto y defiende que los beisbolistas cubanos sí son profesionales -ya que reciben un sueldo por su trabajo-. Sin embargo, admite que la Élite se debería profesionalizar aún más para contar con jugadores de fuera.
De acuerdo con Swing Completo, los peloteros insulares de la Liga Élite perciben un salario mensual de unos 3.500 pesos cubanos (unos 28 dólares, al cambio oficial).
Éxodo de jugadores
A pesar de sus problemas estructurales, Cuba ganó la Serie del Caribe de 2015. Pinar del Río derrotó en la final a los Tomateros de Culiacán, uno de los equipos más icónicos de México.
Pero para el periodista Francys Romero, autor del libro de referencia El sueño y la realidad. Historias de la emigración del béisbol cubano (1960-2018), el título se puede explicar con un poco de contexto.
2015, recuerda Romero en entrevista con EFE, fue el «preludio de lo que empezó a ser un éxodo sistemático de jugadores». Solo en ese año emigraron 200 peloteros cubanos, según sus registros.
«El nivel de la liga descendió completamente», sostiene. «De 2014 a 2016 los equipos (los cubanos en la Serie del Caribe) eran un dream team en comparación con los de ahora», remacha.
Desde 2017, una media de 80 a 100 beisbolistas cubanos dejaron la isla para perseguir su sueño de jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos y lograr un sueldo muy superior.
De hecho, en 2016 Yuli Gurriel -estrella de los Astros de Houston, campeones de la MLB- desertó junto con su hermano Lourdes cuando se concentraban en una Serie del Caribe.
Clásico Mundial
La apuesta de la FCB este año es el Clásico Mundial, que arranca en marzo. Cuba contará por primera vez con tres jugadores en activo en la MLB.
Aunque las ilusiones dentro del organismo son altas, De Malas y Romero tienen dudas de que el equipo pueda llegar lejos en la competición.
«Tengo mis dudas de que puedan pasar de la primera fase», sentencia De Malas.