Con la ausencia por lesión de Lionel Messi, el Inter Miami perdió este miércoles 2-1 ante el Houston Dynamo en la final de la US Open Cup, quedándose sin su segundo título desde la llegada del astro argentino.
Messi, lastrado por problemas físicos desde hace varias semanas, no se vistió de corto, al igual que el español Jordi Alba, para la final que enfrentó el Inter Miami en el torneo más antiguo de Estados Unidos. El partido se celebró en su estadio DRV PNK de Fort Lauderdale (afueras de Miami).
El estadounidense Griffin Dorsey en el minuto 24 y el francés Amine Bassi en el 33, con un penalti forzado por el colombiano Nelson Quiñones, anotaron los goles del Dynamo. El venezolano Josef Martínez descontó en el 90+2 el único tanto del Inter Miami en la final de la US Open Cup.
Los pupilos de Gerardo Martino no pudieron reponerse de la ausencia de Messi, la figura que ha catapultado a esta franquicia desde el último lugar de la MLS hasta el triunfo en la Leagues Cup.
El crack de Rosario, que ya fue baja en la jornada del domingo de la liga norteamericana (MLS), fue descartado en el último momento y vio el partido con su familia en un palco a nivel de césped.
El estado físico de Messi, de 36 años, estuvo rodeado de misterio en las últimas dos semanas y el ‘Tata’ atribuyó sus problemas a la fatiga muscular y a molestias por la cicatriz de una antigua lesión en la pierna derecha.
«No era prudente que juegue, está claro, ni siquiera para considerarlo algunos minutos porque corríamos riesgos», explicó después Martino.
¿Regreso para la liga?
El ‘Tata’ expresó su convencimiento de que Messi se recuperará a tiempo para sumarse a los intentos del Inter de clasificar a los playoffs de la MLS. Para ello necesita una espectacular remontada en los últimos cinco partidos, el primero de ellos este sábado ante el New York City FC.
«Sí, él va a jugar seguramente antes de que termine la liga», afirmó. «Iremos partido a partido definiendo la situación para ver en qué momento el departamento médico nos dice que él está en condiciones de jugar sin correr riesgos».
El Inter no ha perdido uno solo de los 12 partidos en los que el ganador de siete Balones de Oro se ha enfundado la camiseta rosa.
Martino reconoció la superioridad de Houston y atribuyó el pobre desempeño de su equipo a las bajas y al desgaste físico por su frenético calendario. El Inter Miami afrontó 16 partidos en las últimas 10 semanas entre la US Open Cup, la MLS y la Leagues Cup, el torneo conjunto con la liga mexicana.
«La realidad es que íbamos a empezar a sufrir las consecuencias de tantos partidos», reconoció. «Ahora solo nos queda intentarlo en la liga, tenemos una final el sábado y otra el miércoles con viaje incluido a Chicago y el circo continúa».
Para Houston, liderado por el mexicano Héctor Herrera y el panameño Adalberto Carrasquilla, es el segundo título de la US Open Cup después del de 2018 y una gran alegría para una franquicia que lleva sin clasificar a playoffs desde 2017.
«Sabíamos que iba a ser difícil por las individualidades que tienen», dijo el veterano Herrera en declaraciones a Telemundo. «Todo esto era una motivación para nosotros y lo hemos aprovechado muy bien».
Infantino, Zidane y Harden
La final atrajo a figuras como Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y Zinedine Zidane, excompañero en el Real Madrid de David Beckham, uno de los propietarios del Inter.
Con la moral crecida por las bajas de su rival, el Dynamo arrancó a la ofensiva explotando la velocidad por la banda izquierda de Quiñones.
El veterano Sergio Busquets, el único del trío de exbarcelonistas del Inter sobre el césped, se vio secundado por un puñado de jóvenes promesas ante el poderoso centro del campo que forman Herrera y Carrasquilla.
Houston se avanzó en el marcador en una gran acción colectiva que llevó la pelota al pico derecho del área de Miami, donde irrumpió Griffin Dorsey para lanzar un trallazo a la red.
El Inter no podía parar los contragolpes de Houston y Yedlin derribó a Quiñones cuando se plantaba solo ante el arquero Drake Callender.
Bassi convirtió la pena máxima que fue gritada desde la banda a todo pulmón por la estrella de la NBA James Harden. Como accionista del Dynamo desde su época de estrella de los Houston Rockets, el jugador estuvo presente después en la entrega del trofeo sobre el césped.
Josef Martínez, que entró al descanso, revivió el inofensivo ataque de Miami y, con dos minutos del tiempo agregado, anotó el 2-1 con un remate dentro del área.
El descuento hizo soñar al público con otra de las milagrosas remontadas de la ‘era Messi’ pero el joven argentino Facundo Farías, relevo de ‘La Pulga’, y el ecuatoriano Leonardo Campana no acertaron en las últimas llegadas con peligro.