Cartelones con fotos simulando la presencia de fanáticos en las gradas. Sonidos de aplausos y vítores en los estadios de Grandes Ligas de Beisbol en cada jugada.
No hay dudas de que los equipos de las Mayores están haciendo todo lo posible para proveer un ambiente que se asemeje a los días normales del béisbol antes de la pandemia del covid-19.
En el terreno, los jugadores siguen dando lo mejor de sí para montar un buen espectáculo, pero es indudable que falta algo muy importante. El calor de los fanáticos y las emociones que estos producen son esos elementos que alimentan a estos peloteros día tras día. Eso ya no está presente.
“Todos los jugadores son distintos, pero creo que sí afecta mucho al pelotero que se motiva e inspira con ver a los fanáticos gozarse el juego”, dijo Sandy Alomar Jr., coach de primera base de los Indios de Cleveland, a El Nuevo Día.
“Las organizaciones están haciendo todo lo posible para añadir ruidos en el terreno. Hay aplausos como si fueran los fanáticos los que estuvieran haciendo ruido, pero no es lo mismo. Tú estás viendo unas carpas de promociones y ahí no hay fanáticos. Hay unos cartones con la familia de nosotros, de fanáticos que han comprado cartones para llenar las gradas, pero con todo eso hay peloteros que se afectan por eso”, comentó Alomar.
“El deporte y todo en la vida es adaptación, pero hay peloteros que se les sube la adrenalina cuando hay más fanáticos”.
Alomar Jr. tuvo una larga carrera en las Grandes Ligas como receptor. El salinense vivió los grandes momentos de los Indios durante la década de los noventa cuando el entonces Jacobs Field se llenó durante cerca de 480 fechas consecutivas. El miembro de la dinastía Alomar sabe lo que es sentir el respaldo y la pasión de los fanáticos en las gradas.
“Yo tuve la oportunidad de jugar en Cleveland cuando el estadio se vendió por 480 días corridos. Había 40.000 personas todos los días en los juegos de la casa. Era algo que tú tenías que estar listo. Te daba una responsabilidad de ponerte listo y dar un buen espectáculo. Había mucha gente en el estadio y tú tenías que ponerte en el mejor escenario que pudieras física y mentalmente para dar un buen espectáculo”.
El actual coach de primera base de los Indios reconoce que en el beisbol existen peloteros que necesitan de la presencia de los fanáticos para elevar su juego.
“Es bien importante. Hay jugadores que se excitan más y se motivan y se enfocan más cuando hay gente en las gradas. Hay otros que no. A veces les beneficia. Hablo de esos peloteros que son más nerviosos o se ponen presión. Son los peloteros que van a tener más éxito”, opinó.
“Aquel pelotero que se motiva con los fanáticos en las gradas es que el que más se va a afectar un poquito. Se va a tener que adaptar más rápido porque va a tener sus dificultades con la motivación”.
Los jugadores reconocen que, aunque no hay fans en las gradas, la exposición por medio de la televisión ha sido importante y ha servido como el vehículo para mostrar sus talentos.
“Ahora cuando tú das un espectáculo solamente para la televisión y no hay nadie es un poquito distinto. Pero son cosas que tú tienes que adaptarte con lo que estamos viviendo ahora con el covid-19. Muchas cosas van a cambiar”, sostuvo el coach de los Indios.
Alomar Jr. indicó que tuvo algunas experiencias previas en su carrera como pelotero, con presencia mínima del fanático. Le ocurrió en la Menores y en ocasiones en la liga invernal de Puerto Rico.
“Yo jugué en ligas menores, que había estadios en los que no había nadie. Cuando jugaba con Las Vegas (Triple A de San Diego) e íbamos a Edmonton, allí había como 15 o 20 fanáticos. Pero eso es en las Menores”, recordó.
“No podría visualizar un estadio vacío como están ahora. Cuando yo jugué en Puerto Rico (Santurce y Ponce) había días en los que no había muchos fanáticos, especialmente los domingos, pero no era así como aquí. Yo escojo eso en comparación con esto. Yo tomo los mil fanáticos a cero”.
“El fanático eleva el juego de a otro nivel”
Por otro lado, Carmelo Martínez, quien jugó durante nueve temporadas e incluso participó en una Serie Mundial con los Padres de San Diego, indicó que la presencia de los fanáticos no solamente es necesaria en el beisbol, sino que estos desempeñan un papel primordial.
“Yo creo que los fanáticos son la parte más importante. Además de jugar en contra del otro uniforme. Pero el fanático es el que eleva el juego a otro nivel. Es diferencia”, sostuvo Martínez.
“Hay que darle mucho crédito (a los jugadores). Están haciendo un buen trabajo. Están jugando a ciento por ciento en los juegos que he visto. Todo está en que los peloteros saben que sin beisbol los fanáticos la pasarán difícil con esta cuestión del covid-19”.
El extoletero de Dorado reconoce el esfuerzo de los equipos en mantener un ambiente lo más cercano posible a la realidad del beisbol, pero destacó el compromiso que están demostrando los peloteros ante esta difícil situación.
“No te están viendo 40.000 personas en el parque, pero sí millones por televisión y tienes que lucir bien. Es bien difícil jugar sin fanáticos. Requiere de mucha concentración y mucho deseo”, destacó uno de los ídolos del barrio Maguayo.
“Es bien difícil jugar así porque requiere de una concentración tremenda, un deseo y un orgullo. Tú sabes que te están viendo millones de personas. Creo que la competencia es lo que los está manteniendo ahí. Están jugando con peloteros de Grandes Ligas, no de liga menor. Esa piquiña está ahí”.
Al igual que Alomar Jr., Martínez, quien pegó 108 jonrones en las Mayores, vivió la experiencia de jugar con pocos fanáticos en las gradas, principalmente en liga menor y en el beisbol invernal.
“Yo viví eso en la Rookie (liga de novatos) sin fanáticos y muchos años en Puerto Rico (liga invernal) hasta que llegábamos a los playoffs”.
“Muchos jugadores antes de llegar a las Grandes Ligas también lo han pasado. Son pocos los que no. Hay parques en liga menor a los que no van muchos fanáticos”, dijo.