El tenis femenino abrió este sábado de par en par sus puertas para su inminente revolución. Con solo 19 años, la estadounidense Coco Gauff conquistó su primer grande al triunfar en el Abierto de Estados Unidos y confirmó que ya no es una promesa sino una realidad absolutamente tangible.
«Honestamente, gracias a la gente que no creyó en mí», dijo este sábado en la pista justo antes de levantar el trofeo del grande de Nueva York.
«Hace un mes gané un WTA 500 (Washington) y hubo gente que dijo que ahí pararía. Hace dos semanas gané un Masters 1.000 (Cincinnati) y hubo gente que dijo que eso era lo máximo que ganaría. Tres semanas después, estoy aquí con este trofeo (…). A todos los que creyeron que estaban echándole agua a mi fuego, en realidad estaban echándole gasolina y ahora estoy ardiendo de forma muy brillante», aseguró.
Llamada a ser la heredera de las hermanas Williams, que eran sus referentes desde que era una niña, Cori Dionne ‘Coco’ Gauff (Delray Beach, EE UU, 2004) empezó a jugar al tenis con 6 años y se hizo profesional con solo 14.
Tenía antecedentes deportivos en la familia, al menos a nivel universitario: su padre Corey jugó al baloncesto en Georgia State y su madre compitió en atletismo en Florida State University.
Ganó su primer título en 2019 en Linz con solo 15 años y sumó su segundo trofeo en Parma dos años después.
A partir de 2022 se consolidó en el top 10 de la WTA, pero este verano ha dado un golpe en la mesa enorme que la ha instalado definitivamente en la élite del circuito.
Todo nació de una decepción gigantesca: su derrota en la primera ronda de Wimbledon pese a que partía como séptima cabeza de serie.
Pero desde entonces ha volado en la pista con sus triunfos en Washington, Cincinnati (su primer Masters 1.000) y ahora el Abierto de Estados Unidos (su primer grande).
A comienzos de 2023 también se llevó el título en Auckland por lo que acumula un perfecto cuatro de cuatro en finales este año.
En esta resurrección han sido claves sus entrenadores: el español Pere Riba (coach principal) y el estadounidense Brad Gilbert, que en el pasado trabajó con leyendas como Andre Agassi.
En el camino de este verano inolvidable, Gauff ha sumado 12 partidos seguidos ganados, su racha más larga hasta el momento, y el lunes será número 3 del ránking mundial solo por detrás de la bielorrusa Aryna Sabalenka, su rival esta noche en la final, y la polaca Iga Swiatek.
Feroz competidora, extraordinaria atleta, incansable luchadora y con una enorme convicción y concentración una vez que agarra la raqueta, Gauff será este lunes además número uno del ránking de dobles compartiendo ese puesto de privilegio con su pareja habitual en la pista, la también estadounidense Jessica Pegula.
Los focos de los aficionados del tenis estaban puestos sobre ella desde 2019, cuando firmó una hazaña increíble en Wimbledon derrotando, con solo 15 años, a Venus Williams, entonces de 39.
Foto EFE
Alcaraz, espejo en el que mirarse
Ahora resulta muy difícil no comparar su triunfo en el Abierto de Estados Unidos con el del español Carlos Alcaraz en 2022, otro prodigio del tenis y que también conquistó su primer grand slam con 19 años y en Nueva York.
En este sentido, Gauff citó recientemente a Alcaraz como un ejemplo en el que se ha fijado para jugar con más alegría y disfrutar más del tenis.
«Carlos en Cincinnati no estaba jugando su mejor tenis, eso estaba claro. Pero la manera en que seguía sonriendo mientras jugaba contra Hubert Hurkacz… Iba perdiendo de mucho y todavía estaba sonriendo», recordó la semana pasada ante los medios.
«Para mí fue como: ‘Si él puede sonreír, que es número uno del mundo y tiene toda esa presión, entonces yo también puedo sonreír’. Creo que he aprendido mucho de su alegría en los partidos y de cómo puedo transferir eso. Porque yo tengo mucha alegría en mí pero parece que la reprimo cuando juego. Ahora me estoy divirtiendo, riendo y sonriendo y creo que eso hace el tenis más disfrutable», añadió.
Coco Gauff ha vivido dos semanas inolvidables en Flushing Meadows, donde se ha convertido en una de las jugadoras más queridas y donde estrellas como Nicole Kidman, Spike Lee, Charlize Theron o Kevin Durant se unieron a una grada del Arthur Ashe Stadium totalmente enamorada de la joven.
Fan del anime, creyente y siempre con unos audífonos con música cuando sale a la pista, Gauff también reflejó recientemente que quizá la nueva generación de tenistas llega con una nueva sensibilidad.
Un ejemplo de ello fue la respuesta que dio el jueves después de que una protesta ecologista en la grada obligara a suspender su semifinal contra la checa Karolina Muchova durante 50 minutos.
«Creo que a lo largo de la historia hay momentos como este que son momentos definitorios. Creo en el cambio climático (…), creo cien por cien en eso. Creo que hay cosas que podemos hacer mejor (…). ¿Preferiría que la protesta no sucediera en mi partido? Cien por cien, sí. No me voy a sentar aquí y mentir…», dijo con una sonrisa.
«No me enfadé con los manifestantes (…). La protesta se hizo de forma pacífica así que no me puedo enfadar mucho por eso (…). Si sentían que necesitaban que sus voces se escucharan, realmente no me puedo molestar», cerró.