César Farías es uno de los candidatos a convertirse en el sucesor de Rafael Dudamel en el banquillo de la Vinotinto. Sin embargo, el vínculo del sucrense con la selección boliviana por ahora dificulta su contratación.
El estratega se presentó en una rueda de prensa en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra para hablar de los planes de la selección altiplánica que asistirá al Preolímpico y al ser consultado sobre la posibilidad de volver al combinado venezolano declinó de hacer mayores comentarios.
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“Yo no respondo sobre las tendencias de redes sociales. Tengo que responder por respeto, pero aprendí hace muchos años que hay que tener mucha prudencia con lo que se hace o se dice en redes sociales porque hay mucha irresponsabilidad”, se limitó a decir el entrenador de 46 años.
El venezolano asumió como DT de Bolivia en septiembre del año pasado, pero los medios altiplánicos especulan con la existencia de una cláusula en su contrato que lo libera del pacto con el pago de 300 mil dólares y no con la rescisión, en caso de que la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) lo quiera contratar.
Farías quedó recientemente sin asistente técnico en la Verde por la renuncia del argentino-venezolano Héctor Pablo Bidoglio, quien se fue a trabajar al balompié peruano, y uno de los candidatos que suena para acompañarlo en el cuerpo técnico boliviano es su hermano Daniel Farías, tal como confirmó recientemente en una entrevista radial el presidente de la FVF Laureano González.
César Farías ya dirigió la Vinotinto entre 2007 y 2013 y en octubre visitó la capital con motivo del amistoso entre Venezuela y Bolivia en el estadio Olímpico.