Caster Semenya, símbolo de las atletas «hiperandrógenas» y de regreso a un Mundial cinco años después, «tiene todo el derecho a estar aquí», recalcó este martes Sebastian Coe, presidente de la Federación Internacional (World Athletics), a medios en Eugene (Estados Unidos).
La atleta surafricana, de 31 años de edad, no compite en un Mundial de atletismo desde Londres-2017, donde logró su tercer triunfo en los 800 metros.
Un año después conquistó un doblete de oros en los 800 y 1.500 metros en los Juegos de la Commonwealth, la última vez que representó a Suráfrica en una competición internacional.
Desde 2019, no está autorizada a participar en las pruebas internacionales que van de 400 metros a la milla (1.609 m) sin tomar un tratamiento que permita hacer bajar su tasa de testosterona, una condición que ella no acepta.
World Athletics prohíbe a las atletas con altos niveles de testosterona competir en carreras cortas al considerar que la hormona aumenta la masa muscular y la absorción de oxígeno.
Caster Semenya, que se convirtió en campeona mundial a los 18 años en Berlín-2009, ha hecho varios intentos legales infructuosos para impugnar esta norma por «discriminatoria».
«Ella tiene el derecho a estar aquí. Si decide competir en una distancia en la que no se aplican las restricciones, es su elección. Será tratada igual que cualquier otro atleta aquí», afirmó Coe este martes.
Inclusión
Para Eugene-2022, Semenya no clasificó inicialmente en los 5.000 metros al terminar sexta en el campeonato africano el mes pasado. Sin embargo, finalmente accedió al boleto por abandono de varias atletas.
Coe insistió el martes en que no quiere que las atletas en esta situación desaparezcan del atletismo.
«Todo mi enfoque sobre esto ha sido sobre la inclusión. No entré en el deporte para impedir que la gente compitiera«, subrayó el británico.
«Siempre hemos seguido la ciencia, y la ciencia es clara: sabemos que la testosterona es un factor determinante del rendimiento», defendió. «Estoy cansado de discutir con sociólogos de segunda categoría que intentan decirme a mí o a la comunidad científica que hay un problema. No lo hay, la testosterona es el principal factor de rendimiento».
Coe remarcó que era su «responsabilidad proteger la integridad del deporte femenino» y agregó que las restricciones actuales en las pruebas desde los 400 metros hasta la milla «no están grabadas en piedra».
«Si descubrimos que hay un impacto en otros eventos, tendremos que tenerlo en cuenta», afirmó. «No se trata de un individuo, ni de un país, ni de un continente».
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