Los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona imputaron este miércoles a siete personas por presunto «homicidio simple con dolo eventual». Además, les citaron para que se presenten a declaración indagatoria, informaron a Efe fuentes judiciales.
La Fiscalía General de la localidad bonaerense de San Isidro solicitó además al juez de garantías del caso, Orlando Díaz, que prohíba a los imputados salir de Argentina.
Los imputados, quienes comenzarán a prestar declaración indagatoria desde el próximo día 31, son todos profesionales de la salud que asistieron a Maradona, fallecido el pasado 25 de noviembre.
Lod imputados son los enfermeros Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid; el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni; la médica que coordinaba la internación domiciliaria del exfutbolista, Nancy Forlini; el psicólogo Carlos Ángel Díaz; la psiquiatra Agustina Cosachov, y el neurocirujano Leopoldo Luque, señalado como el médico de cabecera de Maradona.
Indagaciones por la muerte de Maradona
Los fiscales investigaban a estos profesionales bajo la hipótesis de un presunto homicidio culposo.
Pero finalmente decidieron imputarlos por presunto homicidio con dolo eventual, delito por el que se prevé penas de 8 a 25 años de prisión, luego de recibir a inicios de este mes el informe de la junta médica donde 11 peritos evaluaron las circunstancias de la muerte de El Diez.
Del informe, cuyo contenido dado a conocer por medios locales, se concluye que el desempeño del equipo de salud que asistía a Maradona fue «inadecuado, deficiente y temerario» y abandonó «a la suerte el estado de salud del paciente».
La autopsia al cuerpo del excapitán y exseleccionador de Argentina determinó que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada».
También descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
Maradona, de 60 años de edad y que padecía problemas de adicción al alcohol, había sido ingresado en una clínica de La Plata el 2 de noviembre por un cuadro de anemia y deshidratación y un día después fue trasladado a un sanatorio de la localidad bonaerense de Olivos, donde poco después de llegar fue operado por un hematoma en la cabeza.
El 11 de noviembre recibió el alta médica y se trasladó a una casa en un sector privado de las afueras de Buenos Aires, donde falleció el 25 de noviembre.