El pugilismo, una de las disciplinas deportivas que mayores satisfacciones le ha brindado a Venezuela, cuenta con tres campeones mundiales activos que han puesto en alto los colores patrios en sus últimas apariciones.
José “Bolivita” Uzcátegui, en supermediano, Mayerlin Rivas, en gallo y Carlos Cañizales en minimosca son los gladiadores nacionales que han salido airosos en sus últimas defensas.
Uno de los monarcas más sólidos de la actualidad es Carlos Cañizales, quien se unió al grupo de campeones venezolanos al derrotar por decisión unánime al japonés Reiya Konishi, el pasado 18 de marzo de 2018 en Kobe, Japón y colgarse el cinturón minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo.
Cañizales, de 25 años de edad, está invicto en 21 combates, de los cuales 17 los ha ganado por la vía rápida.
“Aquí tienen a un Carlos Cañizales Civira, campeón del mundo, un campeón para rato que está dispuesto a realizar muchas defensas y prepararse para tener buenos resultados y mantener el título por mucho tiempo”, afirmó el púgil desde el gimnasio Escuela de Boxeo Cacique Tuy, ubicado en Antímano, donde diariamente acude para mantener sus condiciones con miras a próximos compromisos.
Comenzó a los 13. Cañizales, nacido el 11 de marzo de 1993 en Caracas y cuarto de seis hermanos, se inició en la disciplina deportiva a los 13 años de edad, cuando su tío Carlos Cañizales, un boxeador amateur, lo llevaba al gimnasio de Caricuao a observar las prácticas. Contó que estuvo un tiempo retirado del pugilismo, pero a los 16 años decidió regresar para tomar en serio la profesión.
“Estuve a punto de abandonar el boxeo y me retiré luego de realizar 20 combates en amateur. Regresé bajo el asesoramiento del profesor Nicolás Hernández, quien me enseñó, educó y confió los secretos de la profesión. Ese aprendizaje me permitió ganar la medalla de bronce en los Juegos Nacionales de 2013 en el Polideportivo José María Vargas de La Guaira”, recordó. “Ese fue el inicio de una profesión que me ha brindado muchas satisfacciones”.
El caraqueño retuvo el título el 14 de julio en la que fue su primera defensa, al derrotar por nocaut técnico al final del round 12 al novel retador chino Bin Lu. El duelo fue uno de los principales combates de la cartelera que protagonizaron Lucas Matthysse y Manny Pacquiao y se disputó en la Arena Axiata de Kuala Lumpur, Malasia.
Cañizales reconoció que la refriega contra Reiya Konishi es una de las más reñidas que le ha tocado.
“Salí a darlo todo contra el japonés. Desde el primer round pude conectarlo con buenos golpes que me permitieron ganar los primeros asaltos, pero lamentablemente no lo rematé y el japonés agarró un segundo aire para castigarme con su fuerte pegada”, rememoró.
“A partir del sexto asalto salí decidido y pude poner las tarjetas a mi favor con repetidas y efectivas combinaciones que afectaron la velocidad y pegada de mi contrincante, para conseguir la victoria por decisión unánime”, agregó el boxeador que vive en el barrio San Pablito de Caricuao, es padre de dos niñas y su esposa está a la espera de su tercer hijo.
“Primeramente mi carrera se la debo y agradezco a Dios, a mis hijos, a mi familia, a William Pérez, a mi tío Carlos Cañizales y a mi entrenador Nicolás Hernández, quien es como un padre para mí y me ha ayudado mucho en esta difícil profesión”, apuntó el atleta.
Cañizales todas las mañanas acude al gimnasio Escuela Cacique Tuy para realizar los entrenamientos y combina sus condiciones con trotes por la parroquia Antímano, donde es ampliamente conocido.
“Gracias a Dios tengo buenas amistades, no tengo problemas con nadie y puedo salir a trotar sin ningún problema. Siempre me he dedicado a ayudar a mi familia y a las personas que puedan necesitarlo. Mi éxito también se lo debo a la constancia, disciplina, trabajo y mucho esfuerzo”, dijo el campeón minimosca, que les recomienda a los jóvenes practicar algún deporte.
“No digo que todos se metan a boxeadores, también pueden participar en baloncesto, beisbol, natación, fútbol y otras disciplinas que les permitan mantenerse alejados de los vicios”, dijo.
Cañizales, que se confiesa admirador del boxeador nicaragüense Román “Chocolatito” González, campeón mundial en cuatro divisiones, afirmó que aún no sabe con quién ni dónde será su próxima pelea, pero cree que Konishi se merece la revancha y es el primero en el ranking.
“Nunca me había tocado boxear contra un rival zurdo y eso me preocupaba un poco, pero en el último combate me tocó enfrentar al chino Bin Lu, que se maneja muy bien con la mano izquierda y me sentí bastante bien contra este rival y ya ustedes conocen el resultado”, finalizó Cañizales, que también es conocido como “Triple C”, debido a que su nombre y apellidos comienzan con esa letra.
21 victorias consecutivas tiene el boxeador caraqueño que vive en el barrio San Pablito de Caricuao
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