La victoria de Caribes este viernes sobre los Tiburones, 9 carreras por 6 en el estadio Universitario, le dio a Anzoátegui su décima clasificación consecutiva a los playoffs. De ese modo se ratifica a la tribu como el equipo más exitoso de la década en la LVBP.
Ningún elenco en la pelota criolla consiguió evitar la eliminación a todo lo largo de estos 10 años, como sí lo hicieron los aborígenes.
Las fallas en el pitcheo, sobre todo en el bullpen, no evitaron que los orientales incluso aseguraran terminar el torneo arriba de .500 en la tabla de posiciones.
Con un lineup que muestra un desfile de figuras de renombre, a pesar de las circunstancias causadas por el veto de la MLB, compensaron una efectividad colectiva de 4.62. Esta, apenas es mejor que la marca que tienen Leones y Bravos.
Los apagafuegos de Caribes tienen 4.73 en la general y solamente al promediar diciembre hallaron en el ex grandeliga Léster Oliveros a un cerrador estable.
Anzoátegui marca el paso y pone el ejemplo a sus pares. Desde el campeonato 2009-2010 no ha quedado fuera de la fiesta de enero y acumula tres coronas en ese lapso. Una de esas coronas es al mando de dominicano Julio Franco y las últimas dos con la conducción de Omar López.
Jackson Melián, en su debut como estratega, es el piloto de esta ocasión.
El retorno del quisqueyano Denis Phipps y la notable recuperación de René Reyes, colíderes jonroneros con 8, han liderado una alineación que contó con el aditivo sorpresa de César Valera, un súper utility que batea para .354 y que ha defendido tanto el cuadro como el outfield.
Reyes lidera a los empujadores, con 32 carreras llevadas a casa.
La próxima meta de Caribes es regresar a la final. La jugaron —y la ganaron— por última vez en la justa 2017-2018.