La capitana de la selección femenina de Estados Unidos, Becky Sauerbrunn, dijo que los implicados en un informe que detalla los abusos sexuales y malos comportamientos en el fútbol femenino de ese país deben quedar excluidos del deporte.
Sauerbrunn, bicampeona mundial de 37 años de edad, dijo que las jugadoras de fútbol estaban «horrorizadas” por los hallazgos en el informe sobre los abusos sexuales cometidos. El informe se publicó el lunes después de una investigación de un año por la exfiscal general de Estados Unidos Sally Yates.
«Todo propietario, ejecutivos y funcionarios del fútbol estadounidense que fallaron repetidamente a las jugadores y no las protegieron, escondiéndose detrás de las legalidades y no participaron plenamente en estas investigaciones, deben desaparecer», dijo Sauerbrunn. Sus declaraciones las dio en una videoconferencia telefónica desde Londres. Allí el combinado femenino estadounidense disputará contra Inglaterra un partido amistoso el viernes.
El informe sobre los abusos sexuales incluyó entrevistas con más de 200 jugadoras de la Liga Nacional Femenina de Fútbol (muchas de ellas integrantes de selecciones de Estados Unidos). También reveló patrones detallados de abuso por parte de entrenadores de equipos y manipulación.
La investigación
Merritt Paulson, el propietario del club de Sauerbrunn, los Portland Thorns, fue acusado en el informe de Yates junto con otros funcionarios del club de permitir la mala conducta del exentrenador de los Thorns, Paul Riley.
Consultada sobre si Paulson estaba incluido entre los propietarios de equipos que cree que deberían irse, Sauerbrunn aseguró que «incluye a todos los que continúan fallando a las jugadoras una y otra vez. No tomaron en serio sus preocupaciones, no transmitieron la información correctamente, no participaron en las investigaciones. Todos ellos».
Paulson, quien también es propietario de la franquicia Portland Timbers de la Major League Soccer (MLS), dijo que se retiraría de todas las decisiones relacionadas con los Thorns. Se mantendrá apartado hasta la conclusión de una investigación separada de la NWSL/NWSL Players Association.
Sauerbrunn reveló que las jugadores «no les estaba yendo bien» después de la publicación de los resultados de la investigación. El proceso se puso en marcha el año pasado por los informes en The Athletic y Washington Post que levantaron la tapa sobre el abuso en la NWSL.
«Estamos horrorizadas, desconsoladas, frustradas, y muy enojadas», subrayó Sauerbrunn, una veterana de 208 partidos internacionales desde 2008.
«Estamos enojadas porque se necesitaron más de 200 personas compartiendo su trauma para llegar a este punto en este momento», concluyó.