El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció este miércoles que se une al boicot diplomático contra los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022 por las «repetidas violaciones de derechos humanos» perpetradas por las autoridades chinas.
Trudeau explicó que, dada la situación de los derechos humanos en China, Canadá «no va a enviar a ningún representante diplomático a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Pekín este invierno».
Pero el primer ministro también indicó que, como en el caso de los otros países que forman parte del boicot, los atletas canadienses podrán participar en las competiciones olímpicas que se celebren durante Pekín 2022.
Protesta por las políticas de China
Además de Canadá, Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda, entre otros países, anunciaron en los últimos días que no enviarán representantes oficiales a los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín como protesta por las políticas de China.
El primer ministro canadiense minimizó eventuales represalias de China contra Canadá, al señalar que el anuncio de Ottawa «no es una sorpresa» para las autoridades chinas.
Trudeau comentó ante medios de comunicación que Canadá ha sido «muy claro» desde hace años en el sentido de que está preocupado por las violaciones de derechos humanos en el país asiático.
En diciembre de 2019, Canadá detuvo a Meng Waznhou, la directora financiera del gigante chino de telecomunicaciones Huawei, a lo que China contestó con el arresto de dos ciudadanos canadienses, Michael Kovrig y Michael Spavor.
Las relaciones entre Ottawa y Pekín atraviesan desde entonces una grave crisis que no se ha resuelto, a pesar de que los tres fueron liberados en septiembre.
Después de que Estados Unidos anunció el lunes el boicot diplomático contra los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno, China amenazó a Washington y dijo que «pagará un precio» por ello.
«Estados Unidos están intentando trastocar los Juegos con base en su sesgo ideológico, a mentiras y a rumores. Pero el boicot solo hará que la gente de todo el mundo vea aún más claramente sus siniestras intenciones, y erosionará aún más su credibilidad y su moralidad», opinó el martes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian.