2019 será un año importante para Rubén Limardo. El esgrimista, que este martes se ubicó en el tercer lugar del ranking mundial de espada masculina, está enfocado en la ruta que lo lleve a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“En junio inicia el camino a Tokio 2020”, escribió el bolivarense en sus redes sociales. “Las sensaciones son extraordinarias para lo que viene”.
Limardo fue campeón olímpico en la cita de Londres 2012 y cuatro años más tarde, en Río de Janeiro, se quedó corto en sus aspiraciones de un nuevo podio.
El primer paso hacia su desquite será este mismo año.
En julio se disputarán los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, y ahí el espadista de 33 años de edad tendrá el desafío de revalidar la medalla de oro que conquistó en Toronto 2015.
Un mes antes comenzarán las pruebas que dan puntos para los Juegos de Tokio. Si todo sale bien, Limardo conseguirá su cuarta clasificación olímpica.
Antes tendrá otros retos. Dentro de dos semanas irá a Budapest a una válida de la Copa del Mundo.
Este fin de semana estuvo muy cerca de las preseas. Apenas un toque lo separó de subir al podio en Vancouver y terminó en quinto lugar.
“Esto sin duda me da confianza para dentro de dos semanas asumir el reto de la Copa del Mundo de Budapest y posteriormente en junio el inicio de la clasificación olímpica a Tokio 2020”, declaró.
“Hoy fui quinto, mañana seré el primero”, agregó el subcampeón mundial de Wuxi 2018.
Fue un ascenso importante el de Limardo, que todavía no ha podido obtener los resultados que espera en este comienzo de temporada.
A principios de enero el venezolano –uno de los tres oros olímpicos del país, junto a “Morochito” Rodríguez y Arlindo Gouveia- ocupaba el puesto 33 del ranking mundial de la FIE, la Federación Internacional de Esgrima.