Brusdar Graterol nunca perdió la esperanza de lanzar en las Grandes Ligas frente a una persona muy especial para él: su madre, Ysmalia. Tuvieron que pasar siete años para que el venezolano lograra concluir con éxito los trámites de la visa que le permitieron a su progenitora viajar a Estados Unidos desde Venezuela. El martes por la noche, en el Dodger Stadium, por primera vez desde que fichó con los Mellizos de Minnesota en 2014, el lanzador de 25 años de edad jugó frente a ella.
Fue uno de los momentos más importantes y emotivos para ambos. En el octavo inning del juego que los Dodgers ganaron 3-2 a los Tigres de Detroit, Brusdar Graterol lanzó una entrada en blanco frente a su emocionada madre. Fue muy especial, admitió el lanzador para el The San Diego Union Tribune. «Para mí es un orgullo que mi mamá me vea. Nunca nos rendimos y logramos que pudiera venir a Estados Unidos», añadió.
Después de que Graterol trabajó una entrada 1-2-3, el joven señaló a su madre en las suites y hundió su rostro en su guante mientras comenzaba a llorar. Ella sonrió emocionada.
El esperado encuentro entre ambos se dio el domingo en la noche. En algunos videos publicados en redes sociales se registró el primer abrazo que se dieron en el aeropuerto luego de siete años.
«Todo lo que me dijo fue que crecí mucho y que estaba bien bello», contó el lanzador. «Cuando me calmé le dije que sentía como en casa», añadió.
Ysmalia, al no tener la documentación necesaria, se perdió de varios momentos importantes en la vida de su hijo. No pudo ver su debut en Las Mayores en 2019, tampoco estuvo durante su traspaso a los Dodgers de Los Ángeles en 2020, año en el que ganaron el campeonato. Se perdió también la boda de su hijo con Allison Landa en 2021 y el nacimiento de su nieta.