La selección brasileña de fútbol buscará este domingo, jugando en casa, tomar revancha ante su similar de México, de la final del Mundial sub-17, de Perú 2005, que terminó con triunfo mexicano y ahora se repite para la definición del torneo en este año.
Hace catorce años, en la capital peruana, México, con Giovani Dos Santos como su principal jugador, apabulló a Brasil con un contundente 3-0 gracias a tantos de Omar Esparza, Éver Guzmán y Carlos Vela, quien terminó como artillero del torneo. El mejor jugador en esa edición del Mundial sub-17 fue el brasileño Ánderson.
Para el partido que se jugará a las 22.00 GMT (6:00 p. m. de Venezuela) en el estadio Bizerrao de Gama, el favoritismo es para Brasil, invicto con victorias en todos sus partidos, y en la semifinal frenó a la aplanadora de la selección francesa con una remontada por 2-3, gracias a un gol agónico en el último minuto del recién ingresado Lázaro.
En la fase de grupos, los brasileños se impusieron por 4-1 a Canadá, 3-0 sobre Nueva Zelanda y 0-2 ante Angola, pero sin llegar a convencer plenamente a la prensa y a la afición, que por poco se decepciona en el partido frente a Chile, al que vencieron con un ajustado 3-2 y también de remontada en los octavos.
Luego los dueños de casa, ya sin su figura Talles Magno, jugador titular del Vasco da Gama de Río de Janeiro en la liga brasileña y que salió lesionado ante Chile, despacharon en los cuartos de final a Italia por 0-2.
Con las ausencias de Talles Magno y Reinier, atacante del Flamengo de Río de Janeiro que no fue cedido por su club para disputar el Mundial, Brasil apuesta ahora por el talento de Peglow, jugador con intermitencia en este torneo, y la potencia en ataque de Kaio Jorge, Gabriel Verón y de Pedro Lucas, figura ante Italia.
Kaio Jorge y Gabriel Verón, junto al emergente Lázaro, que se convierte en una opción para el técnico Guilherme Dalla Dea, los anotadores ante Francia se encontrarán ahora con México, liderado precisamente por su portero Eduardo García, uno de los mejores del torneo, y por el zaguero-goleador Alejandro Gómez.
En la primera fase, México, del entrenador Marco Antonio Ruiz, empató 0-0 ante Paraguay, luego cayó 1-2 ante Italia, y con el avasallador 8-0 sobre Islas Salomón consiguió el boleto a octavos, donde derrotó por 0-2 a Japón, y luego despachó al otro asiático que seguía en competencia, Corea del Sur, por 0-1.
En el Tri, los atacantes Efraín Álvarez, nacido en Estados Unidos, Santiago Muñoz e Israel Luna siguen en deuda a pesar de los buenos chispazos y del talento evidente demostrado.
Álvarez, por ejemplo, saltó el jueves del banco de suplentes y con solo seis minutos en la cancha anotó con un golazo de tiro libre el empate en la semifinal ante Países Bajos, en un partido que terminó 1-1 en tiempo reglamentario y que después México venció por 4-3 en la definición por cobros desde el punto penalti.
La gran figura en la lotería desde los once metros, hasta ahora la única que se ha presentado en esta edición del Mundial sub-17, fue el portero mexicano, quien detuvo los cobros de Mohamed Taabouni, Jayden Braff y Regeer.
En las tandas de cobros desde los once metros, Álvarez casi pasó de héroe a villano al intentar un disparo «a lo Panenka», que fue fácilmente contenido por el portero neerlandés y pudo significar la derrota mexicana.
El domingo, a primera hora (2:00 p. m. de Venezuela) en el mismo estadio de Gama, Países Bajos, con el delantero de origen curazoleño Sontje Hansen, máximo artillero del torneo con seis anotaciones, y Francia, del goleador Nathanael Mbuku y del creativo Adil Aouchiche, centrocampista del París Saint-Germain, disputarán el tercer lugar.
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