El delantero francés Karim Benzema abandonó este sábado el entrenamiento de Francia en el Mundial de Catar, parece totalmente descartado para el debut de su selección el próximo martes y es duda para el resto de la competición.
El jugador del Real Madrid sintió un fuerte dolor muscular en la pierna derecha, en una zona diferente de la que le venía molestando en las últimas semanas y que había provocado que, hasta ahora, no se entrenara con el resto del equipo.
El Balón de Oro, de 34 años, se unió este sábado por vez primera al entrenamiento colectivo, pero, tras participar en varios ejercicios, en los que el seleccionador, Didier Deschamps, le incluyó en el grupo de los titulares, tuvo que abandonar la sesión.
Benzema será sometido en las próximas horas a una resonancia magnética para determinar el alcance de la lesión y decidir si puede seguir en la concentración francesa o se pierde el Mundial.
Deschamps tiene hasta el próximo lunes, víspera del debut de Francia, para convocar a un nuevo efectivo si pierde a un jugador por lesión.
El equipo ha tenido que afrontar ya las bajas del central Presnel Kimpembe y del delantero Chritophe Nkunku, sustituidos respectivamente por Axel Disasi y Kolo Muani.
Pero la baja de Benzema sería de más peso, por el buen rendimiento que venía teniendo el Balón de Oro con la selección de Francia, en la que se había convertido en una pieza clave del colectivo de Deschamps como pareja ofensiva con Kylian Mbappé.
Su presencia en el debut de Francia contra Australia estaba ya en dudas, por las molestias que atravesaba el futbolista, que en el último mes solo ha disputado algo menos de media hora de juego con el Real Madrid.
Una «fatiga muscular» en la que muchos vieron su deseo de preservar su físico de cara al Mundial, una teoría refutada por el propio futbolista, que aseguró que no se sentía al cien por cien.
Entre algodones
El cuerpo técnico de Francia le tuvo entre algodones, lejos del resto del equipo desde el inicio de la concentración el pasado lunes, hasta que este sábado volvió a ejercitarse con el grupo, al igual que el defensa Raphael Varane.
Si finalmente se pierde el Mundial, sería una enorme decepción para Benzema, que, tras recibir el mes pasado el Balón de Oro, aseguró que convertirse en campeón del mundo era ahora el principal objetivo de su carrera.
El delantero no estuvo en el Mundial de Rusia, apartado del equipo por Deschamps tras ser acusado de complicidad en un chantaje, un caso que le valió una condena a prisión sin cumplimiento.
Tras tres años y medio de ausencia, el seleccionador le levantó el veto antes de la pasada Eurocopa, en la que comenzó a revelarse como una figura importante del equipo, en paralelo a las grandes actuaciones que fue firmando con el Real Madrid.
No es la primera decepción que se llevaría Benzema en un Mundial. En Sudáfrica en 2010, cuando con 22 años era uno de los delanteros más prometedores de Francia y ya estaba en el Real Madrid, se quedó fuera del grupo porque no era titular indiscutible en su club, pese a que había marcado dos goles en la fase de clasificación.
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El futbolista no ocultó su amargura. Cuatro años más tarde, ya con Deschamps en el banquillo, firmó una gran actuación en Brasil, donde era titular indiscutible, anotó tres tantos en la fase de grupos pero no pudo evitar la eliminación de los galos en cuartos de final contra una lanzada Alemania.
Al año siguiente estalló el escándalo del chantaje, que le apartó del equipo y le dejó fuera de la Eurocopa que Francia disputó en su territorio.
Regresó a mediados de 2021, en vísperas de otra Eurocopa, la tercera que ha jugado con Francia.
El principal candidato para sustituir a Benzema en el once ante Australia es el veterano Olivier Giroud, de 36 años, que ha regresado al equipo tras meses de ausencia y que está a dos tantos de igualar con Thierry Henry como máximo goleador histórico de Francia.