Puede ser que Oswaldo Guillén voltee a hablar con sus coaches o peloteros durante un juego, que haga algo impredecible mientras camina del dugout al montítulo o que estalle por el carácter que nunca oculta; pero su identidad está bien definida, tanto así que su estilo fue nombrado y conceptuado: Ozzieball. Los Medias Blancas de Chicago saben bien lo que significa esa filosofía de dirección, basada en la agresividad de los corredores en las bases y el juego pequeño.
Al otrora campocorto le gusta ver cómo sus hombres se apoderan de alguna base, que aprovechan un pestañeo más largo de lo usual del rival o que se sacrifican para darle más oportunidad al equipo de anotar. Todo eso se pudo notar en los Tiburones de La Guaira, a los que comandó por primera vez la campaña pasada.
Los escualos estafaron 34 almohadillas, la tercera cantidad más alta de la liga, a pesar de no ser un conjunto con peloteros titulares veloces.
Ozzieball se verá con más frecuencia en la campaña 2017-2018. Ya es una decisión de Guillén, quien armó un plan en enero con la gerencia de los salados.
«Mi estilo de juego no va a cambiar», comentó el también analista de la cadena televisiva ESPN. «Aunque todo depende del equipo que vaya tener, voy a tratar de ser agresivo como siempre lo he hecho».
Aún es temprano para tener la certeza de con qué hombres podrá contar el estratega en el lineup diario. Inesperadamente, es el pitcheo -uno de los ingredientes básicos del juego más complicados de conseguir en el beisbol invernal- lo que se proyecta mejor para la venidera zafra.
Los experimentados brazos de Hénderson Álvarez y Junior Guerra tienen pensado defender a los litoralenses.
Ambos son lanzadores con experiencias exitosas en las mayores, y que por su rol de abridores cumplen con un perfil soñado por cualquier franquicia caribeña.
Los dos necesitarán tener innings en Venezuela. Álvarez ha comenzado a intentar su regreso al beisbol organizado, tras su recuperación de la lesión en el hombro derecho que lo sacó de las Grandes Ligas en 2015. Mientras que Guerra ha sufrido varias lesiones esta temporada que han mermado su trabajo con los Cerveceros de Milwaukee.
«Para nosotros sería un lujo tener abridores como esos. Las cosas serían más fáciles y resultaría algo muy bueno para el equipo», comentó Guillén.
«De todas formas, uno como manager, siempre debe prepararse para lo peor. Ellos son grandeligas y nunca se sabe qué pueda pasar».
Hay un nombre que puede pasar por debajo de la mesa, pero que tendrá mucha importancia para La Guaira por ser una de las apuestas de Cristóbal Colón, gerente deportivo del equipo: Álex Torres. El zurdo ha jugado en la liga independiente de Japón, lo que significa que no cargará con las estrictas restricciones de las divisas mayores niponas.
Importados a la vista. De acuerdo con el periodista Ignacio Serrano, entre los peloteros extranjeros que fueron protegidos de La Guaira están Wander Pérez, Samuel Gervacio, Brock Stassi y Jorge Alfaro; el interés en repetir esos nombres fue confirmado por el propio Guillén.
«Aunque los fanáticos fueron muy duros con él, no me molestaría traer de nuevo a Alfaro. Stassi también fue clave para nosotros, Wander lanzó muy bien y Gervacio tiró de forma espectacular», señaló el mirandino. «Hay que esperar a ver cómo se termina de configurar la importación, en la que han trabajado mucho Jorge Velandia (director general del área deportiva), Colón y Luis «Machete» Rodríguez.
Pero hay que recordar que la importación no es lo que gana campeonatos en Venezuela, aunque sí ayuda».
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