El joven slugger venezolano Ronald Acuña sigue causando asombro con su estreno en las Grandes Ligas, y el martes tuvo otra cita con los libros de historia, gracias al laberíntico jonrón con que decidió la victoria de los Bravos de Atlanta sobre los Rays de Tampa Bay.
Únicamente un bateador más joven que Acuña, Phil Cavaretta, sentenció con un cuadrangular un juego terminado con pizarra 1-0, de acuerdo con el motor de búsqueda de Baseball Reference, que recoge la data de este tipo de faenas a partir de 1908, los tiempos de la Bola Muerta.
Cavaretta lo hizo dos veces: el 25 de septiembre de 1934, a los 18 años y 68 días de nacido, y el 25 de septiembre de 1935, exactamente un año después, a los 19 años y 68 días.
El ex inicialista y jardinero jugaba entonces con los Cachorros de Chicago.
El inmortal Eddie Mathews tenía la marca para los Bravos, con los 20 años y 337 días. Lo hizo el 14 de septiembre de 1952, cuando la franquicia tenía su sede en Boston.
Acuña, que lo logró a los 20 años y 141 días de edad, es el más joven en los anales de los encuentros Interligas, un privilegio que le arrebató a su compatriota Rougned Odor, cuyo vuelacercas del 17 de junio de 2016 decidió el triunfo de los Rangers de Texas ante los Cardenales de San Luis, cuando el zuliano contaba 22 años y 135 días.
El patrullero varguense desapareció la pelota a 434 pies del home, un estacazo que salió de su bate a 108,5 millas por hora y que se convirtió en la segunda conexión más larga que da en las Mayores.
Sus tres bambinazos han sido de enormes dimensiones: el primero cayó a 416 pies, el segundo a 451 y este ahora en una distancia intermedia entre aquellos dos.
“Siento que he sido capaz de adaptarme a los pitcheos en la gran carpa”, declaró Acuña después del compromiso, de acuerdo con MLB.com. “Eso es lo que hay que hacer. Precisamente por eso lo llaman Grandes Ligas”.
El nativo de La Sabana se la desapareció al zurdo Blake Snell, que lo había sorprendido con un slider incómodo y que le repitió ese lanzamiento, esta vez sin el mismo efecto, gracias al ajuste que hizo el litoralense.
“Fue un envío con veneno, no fue un error”, aseguró el coach de bateo de los aborígenes, Kevin Seitzer. “Ronnie simplemente lo descifró y lo sorprendió”.
Stats Centre remachó el hecho de que solamente un pelotero con 20 años de edad o menos ha ligado más bambinazos que Acuña en sus primeros 12 encuentros con el uniforme de los Bravos: el curazoleño Andruw Jones, quien largó cuatro en ese lapso durante su debut, en 1996.
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