Por sus revolcones de dolor, con las manos sobre la rodilla derecha, el pronóstico no era bueno para el receptor Wilson Ramos. Una lesión de gravedad era evidente y así fue. La campaña 2016, su mejor en las mayores, se terminó la noche del 26 de septiembre, en Washington. La magulladura lo obligó a perderse los playoffs y a entrar en la agencia libre con una interrogante en el pecho después de haberse sometido a una operación en la articulación.
Para su suerte, los Rays de Tampa Bay confiaron. Lo firmaron por dos temporadas y 12.5 millones de dólares, y esperaron por su recuperación. La evolución ha sido notable. La semana pasada alentó a la organización con una práctica de bateo y el martes no ocultó su excitación cuando los reporteros le preguntaron: ¿Y cómo te sientes?
“Ahora mismo me siento como un jugador”, le dijo el venezolano al Tampa Bay Times, pues ya realiza todos los ejercicios de rutina para un careta: toma pitcheos detrás del plato, bloquea pelotas y lanza a las bases. Parece lejana la desgarradura en los meniscos. “Todo esto se siente bien”.
La fecha exacta para ver a Ramos en acción, con el uniforme de los Rays, no existe. Pero se sabe que ocurrirá en algún momento después de la tercera semana del mes de junio. “Eso es bastante bueno para mí y para el equipo”, comentó. “Todas las expectativas fueron para después del receso del Juego de Estrellas. Ahora me siento mucho mejor, confiado, me siento fuerte. Quiero estar detrás del plato lo antes posible”.
Cuando un pelotero sufre un trauma de tal magnitud le es difícil encontrar a una organización que pueda confiar en él. Pero Ramos había logrado ser una tentación por los 22 vuelacercas, las 80 carreras remolcadas, .850 de OPS y .307 de average en la temporada anterior, así como sus 29 años de edad actuales.
Tampa Bay desea que el receptor vaya la próxima semana al Spring Training extendido para poder tomar algunos turnos y luego recibir la asignación a un equipo de ligas menores para continuar la rehabilitación limitada a 20 días.
Sin embargo, hay una advertencia: los Rays quieren cautela sobre Ramos. La evolución permite que cuando regrese lo pueda hacer como receptor pero no todos los días. El plan es alternarlo con Derek Norris, el catcher que ha asumido la titularidad desde el inicio de la campaña.