Los Padres de San Diego saben que pueden aspirar a grandes cosas esta temporada. Tal vez por eso es posible que estuvieran preguntándose si necesitaban sumar un brazo de peso a su roster.
Y también es factible que después de lo que mostró el novato venezolano Pedro Ávila el jueves en la noche estén planteándose otro escenario.
El caraqueño de 22 años de edad llegó a Grandes Ligas desde AA y sorprendió con el aplomo que mostró en la lomita contra los Cascabeles de Arizona, a quienes les permitió solo cuatro imparables y una carrera en 5.1 innings en los que ponchó a 5 rivales.
Si estaba nervioso, el serpentinero que en la LVBP pertenece a Bravos de Margarita, lo disimuló bastante bien. Y dice que lo estaba.
“Al principio me sentía un poco ansioso, un poco sacudido”, dijo el venezolano después del juego, a través de un traductor. “Al final, fue una experiencia fantástica”.
Ávila no se llevó el triunfo, pero se ganó el respeto de sus compañeros.
“Vamos con chicos jóvenes», dijo el manager Andy Green sobre los jóvenes de los Padres, entre ellos el debutante del jueves.
“Estos chicos son buenos. Sabemos que pueden lanzar aquí. Esa confianza está en toda la organización. Eso es lo que tenemos. Eso es lo que hemos abrazado. Eso es lo que vamos a hacer. Nos sentimos muy bien al respecto”, agregó.
A pesar del buen sabor que dejó su debut, el futuro de Ávila no está claro. De momento se desconoce si se quedará en el equipo grande o regresará a las menores.
Por ahora se contenta con celebrar que es venezolano 396 en Grandes Ligas y el segundo que ha hecho su debut esta temporada. El primero fue el jardinero de los Rockies de Colorado Yonathan Daza.