Ha sido el bateador más consistente en el último lustro en las Grandes Ligas. Su naturaleza ofensiva es innegable y, a pesar de que ha tenido un 2017 de altibajos, ningún lanzador se puede confiar cuando lo tiene en frente. Su nombre es Miguel Cabrera.
No hay equipo que no haya padecido de una demostración de talento de Miggy y entre ellos están los Medias Blancas de Chicago, que ayer volvieron a ser víctimas del venezolano en la victoria de los Tigres de Detroit por paliza de 15-5.
Históricamente por ser los patipálidos miembros de la misma división que los bengalíes, la del centro en la Liga Americana, les ha tocado enfrentar en más ocasiones a Cabrera, y este en su mayoría de las veces frente a sus lanzadores no ha tenido contemplaciones.
Así lo hizo ayer después de batear de 3-3 y remolcar 4 carreras para una de sus mejores actuaciones en lo que va de campaña.
Dos de los inatarpables que conectó el inicialista fueron dobletes, con los que alcanzó los 1.000 extrabases en su carrera de 15 años en las mayores y que están repartidos en 532 tubeyes, 17 triples y 451 cuadrangulares.
El primer biangular lo pegó en la primera entrada para remolcar a Nicholas Castellanos; mientras que el segundo tablazo lo conectó en la parte baja del segundo capítulo para empujar par de rayitas más. La otra la produjo en el tercer tramo gracias a fly de sacrificio.
Aunque la estrella de los Tigres ha presentado algunas molestias físicas en lo que va de zafra, ya acumula 26 fletadas y su promedio se ubicó en .275.
Dixon Machado también tuvo un valioso aporte y como primero en el orden bateó de 6-2 con doble, triple, 3 compañeros llevados hasta la registradora y una anotada. Mientras que Víctor Martínez pegó un hit en tres oportunidades.
Por Chicago Avisaíl García no tuvo éxito en cuatro comparecencias en el plato, en tanto que Yolmer Sánchez disparó par de inatarpables, incluido un doblete, y se engomó dos veces.
Fuerza panda. En el tercer partido desde su regreso de la lista de lesionados a Pablo Sandoval le ha ido bien con el madero y ayer sacó el cuarto jonrón del año en causa perdida, porque los Medias Rojas cayeron 3-2 frente a los Orioles de Baltimore.